Fondare 19 Risultati per: heridas

  • Si se te presenta un caso demasiado difícil, ya sea un asunto de sangre, un litigio o una querella por heridas, o una disensión entre las autoridades de la ciudad, subirás al lugar elegido por Yavé, tu Dios, (Deuteronomio 17, 8)

  • y regresó de Ramot a Jezrael para mejorar de sus heridas; poco tiempo después, Ocozías, rey de Judá, vino a visitar a Jezrael mientras se recuperaba. (2 Reyes 8, 29)

  • Joram se había retirado a Jezrael para mejorar de sus heridas recibidas en el combate. Jehú dijo: «Si les parece, no dejen salir a nadie de la ciudad, no sea que vaya a avisar al rey en Jezrael.» (2 Reyes 9, 15)

  • que se retiró a Jizrael para curarse de las heridas que había recibido en Ramá, en la batalla contra Jazael, rey de Aram. Ocozías, hijo de Joram, rey de Judá, bajó a Jizrael para visitar a Joram, hijo de Ajab, que se encontraba enfermo; (2 Crónicas 22, 6)

  • El, que me aplasta sólo por un pelo y que multiplica sin razón mis heridas, (Job 9, 17)

  • Me llena de heridas y se lanza contra mí como un guerrero. (Job 16, 14)

  • sana los corazones destrozados y venda sus heridas. (Salmos 147, 3)

  • No había muerto todavía, y encendido en valor, se levantó a pesar de la sangre que perdía por todas partes, y de sus otras heridas, y atravesó corriendo la tropa. Se detuvo sobre una roca abrupta (2 Macabeos 14, 45)

  • Toda maldad es una espada de doble filo, cuyas heridas son incurables. (Sirácides (Eclesiástico) 21, 3)

  • El que mima a su hijo tendrá que curar sus heridas; tendrá que ceder al más leve de sus gritos. (Sirácides (Eclesiástico) 30, 7)

  • Entonces tu luz surgirá como la aurora y tus heridas sanarán rápidamente. Tu recto obrar marchará delante de ti y la Gloria de Yavé te seguirá por detrás. (Isaías 58, 8)

  • Transformaré este lugar en un desierto, en un objeto de risa, de manera que cualquiera que pase quedará admirado y silbará al ver tantas heridas. (Jeremías 19, 8)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina