1. El Señor es rey de majestad vestido: el Señor se ha vestido, se ha ceñido de poder. Tú afirmaste el mundo y no se moverá;

2. desde el principio tu trono está bien firme, desde siempre existes tú.

3. Los ríos levantan, Señor, los ríos levantan su clamor, los ríos levantan su fragor.

4. Más que el bramido de grandes oleadas, más potente que las olas del mar, es potente el Señor en sus alturas.

5. Tus órdenes son firmes, oh Señor, la santidad es el patrimonio eterno de tu casa.





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina