1. ¡Reina el Señor, revestido de majestad! El Señor se ha revestido, se ha ceñido de poder. El mundo está firmemente establecido: ¡no se moverá jamás!

2. Tu trono está firme desde siempre, tú existes desde la eternidad.

3. Los ríos hacen resonar sus voces, Señor, los ríos hacen resonar su fragor.

4. Pero más fuerte que las aguas impetuosas, más fuerte que el oleaje del mar, es el Señor en las alturas.

5. Tus testimonios, Señor, son dignos de fe, la santidad embellece tu Casa a lo largo de los tiempos.





“Há duas razões principais para se orar com muita satisfação: primeiro para render a Deus a honra e a glória que Lhe são devidas. Segundo, para falar com São Padre Pio de Pietrelcina