Talált 83 Eredmények: setenta
Salomón tenía setenta mil acarreadores y ochenta mil canteros en la montaña, (I Reyes 5, 29)
Las cuatro ruedas estaban debajo de los paneles, y los ejes de las ruedas, unidos a las basas. La altura de cada rueda era de unos setenta y cinco centímetros. (I Reyes 7, 32)
Respondió: "Bien. Mi señor me envía a decirte: Acaban de llegar a mí dos muchachos de la montaña de Efraín, de los discípulos de los profetas. Dales, por favor, setenta kilos de plata y dos mudas de vestidos". (II Reyes 5, 22)
Ajab tenía setenta hijos en Samaría, y Jehú escribió cartas y las envió a Samaría a los grandes de la ciudad, a los ancianos y a los tutores de los hijos de Ajab, diciendo: (II Reyes 10, 1)
Entonces les escribió una segunda carta, diciendo: "Si estáis conmigo y me obedecéis, tomad las cabezas de los hijos de vuestro señor y mañana, a estas horas, venid a mí a Yezrael". Los setenta hijos del rey estaban con los grandes de la ciudad que los educaban. (II Reyes 10, 6)
Pues bien, cuando les llegó la carta se apoderaron de ellos, degollaron a los setenta y, poniendo sus cabezas en cestos, se las enviaron a Yezrael. (II Reyes 10, 7)
para dar a David cuenta del censo del pueblo: el total ascendía a un millón cien mil hombres en edad de guerra, en Israel, y cuatrocientos setenta mil en Judá. (I Crónicas 21, 5)
El Señor descargó la peste sobre Israel y perecieron setenta mil hombres. (I Crónicas 21, 14)
a dar para los trabajos del templo de Dios: ciento setenta mil kilos de oro, diez mil monedas de oro, trescientos cuarenta mil kilos de plata, seiscientos diez mil kilos de bronce y tres millones cuatrocientos mil kilos de hierro. (I Crónicas 29, 7)
Ofreció en holocausto al Señor setenta toros, cien carneros y doscientos corderos. (II Crónicas 29, 32)
Así se cumplía la palabra del Señor pronunciada por Jeremías: "Hasta que la tierra disfrute de su descanso, descansará durante todos los días de la desolación, hasta que se cumplan setenta años". (II Crónicas 36, 21)
descendientes de Parós, dos mil ciento setenta y dos; (Esdras 2, 3)