Talált 974 Eredmények: libro de la vida
Nadab y Abihú murieron en presencia del Señor, en el desierto del Sinaí, cuando intentaron ofrecerle fuego profano. No tuvieron hijos. Entonces Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio en vida de su padre Aarón. (Números 3, 4)
pero ¡por mi vida y por mi gloria, que llena toda la tierra!, (Números 14, 21)
Diles: Por mi vida, palabra del Señor, que os trataré según las mismas palabras que yo os he oído; (Números 14, 28)
Solamente Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefoné, quedaron con vida entre los hombres que habían ido a explorar la tierra. (Números 14, 38)
Por eso se dice en el Libro de las guerras del Señor: "... Vaheb en Sufá y el valle del Arnón, (Números 21, 14)
La burra me ha visto y por tres veces se ha apartado de mí. Gracias que se ha apartado, pues de otra manera te hubiera yo matado a ti, dejándola a ella con vida". (Números 22, 33)
"¡Que el Señor, el Dios de los espíritus que dan vida a todo ser viviente, establezca sobre esta comunidad un hombre (Números 27, 16)
Les dijo: "¿Por qué habéis dejado con vida a las mujeres? (Números 31, 15)
y dejad con vida a las jóvenes que no lo han conocido. (Números 31, 18)
No aceptaréis rescate por la vida de un homicida reo de muerte: debe morir. (Números 35, 31)
"Y ahora, Israel, escucha las leyes y prescripciones que te voy a enseñar y ponlas en práctica, para que tengáis vida y entréis a tomar posesión de la tierra que os da el Señor, el Dios de vuestros padres. (Deuteronomio 4, 1)
Recuerda el día que estabas en presencia del Señor, tu Dios, en el Horeb, cuando el Señor me dijo: Reúne al pueblo en torno mío para que yo le haga oír mis palabras y sepan temerme todos los días de su vida sobre la tierra, y enseñen a hacer otro tanto a sus hijos. (Deuteronomio 4, 10)