Talált 329 Eredmények: sacrificio de animales
Si se ofrece en alabanza, se ofrecerán, juntamente con el sacrificio de alabanza, panes ázimos amasados con aceite, tortas ázimas untadas de aceite y tortas de flor de harina amasadas con aceite. (Levítico 7, 12)
Se añadirá esta ofrenda a las tortas de pan fermentado y al sacrificio de comunión en alabanza. (Levítico 7, 13)
Se reservará una pieza de cada clase como ofrenda reservada a Yahveh y corresponderá al sacerdote que derrama la sangre del sacrificio de comunión. (Levítico 7, 14)
La carne del sacrificio de comunión en alabanza se comerá el mismo día de su ofrecimiento, sin dejar nada de ella para la mañana siguiente. (Levítico 7, 15)
Si se come la carne de un sacrificio de comunión al tercer día, no obtendrá favor el oferente del mismo; no se le tendrá en cuenta. Será abominación. Y quien coma de ella, cargará con su iniquidad. (Levítico 7, 18)
Pero quien, en estado de impureza, coma carne del sacrificio de comunión presentado a Yahveh, ése será exterminado de su parentela. (Levítico 7, 20)
Si alguien toca cualquier cosa inmunda, sea inmundicia de hombre, o de animal, o cualquier otra abominación impura y luego come de la carne del sacrificio de comunión ofrecido a Yahveh, será exterminado de su parentela. (Levítico 7, 21)
Habla a los israelitas y diles: Quien ofrezca a Yahveh un sacrificio de comunión, presente a Yahveh una porción de su sacrificio. (Levítico 7, 29)
Esta es la ley del holocausto, de la oblación, del sacrificio por el pecado, del sacrificio de reparación, del sacrificio de investidura y del sacrificio de comunión, (Levítico 7, 37)
«Toma a Aarón y con él a sus hijos, y también las vestiduras, el óleo de la unción, el novillo para el sacrificio por el pecado, los dos carneros y el canastillo de los ázimos; (Levítico 8, 2)
Después hizo traer el novillo para el sacrificio por el pecado, y Aarón y sus hijos impusieron las manos sobre la cabeza del novillo, víctima por el pecado. (Levítico 8, 14)
Hizo luego traer el segundo carnero, el carnero del sacrificio de la investidura, y Aarón y sus hijos impusieron las manos sobre la cabeza del carnero. (Levítico 8, 22)