Talált 547 Eredmények: gran aflicción
mas no miró propicio a Caín y su oblación, por lo cual se irritó Caín en gran manera y se abatió su rostro. (Génesis 4, 5)
El año seiscientos de la vida de Noé, el mes segundo, el día diecisiete del mes, en ese día saltaron todas las fuentes del gran abismo, y las compuertas del cielo se abrieron, (Génesis 7, 11)
y Resen, entre Nínive y Kálaj (aquella es la Gran Ciudad). (Génesis 10, 12)
Y sucedió que estando ya el sol para ponerse, cayó sobre Abram un sopor, y de pronto le invadió un gran sobresalto. (Génesis 15, 12)
Pero yo a mi vez juzgaré a la nación a quien sirvan; y luego saldrán con gran hacienda. (Génesis 15, 14)
Y dijo el Angel de Yahveh: «Multiplicaré de tal modo tu descendencia, que por su gran multitud no podrá contarse.» (Génesis 16, 10)
Y díjole el Angel de Yahveh: Mira que has concebido, y darás a luz un hijo, al que llamarás Ismael, porque Yahveh ha oído tu aflicción. (Génesis 16, 11)
En cuanto a Ismael, también te he escuchado: «He aquí que le bendigo, le hago fecundo y le haré crecer sobremanera. Doce príncipes engendrará, y haré de él un gran pueblo. (Génesis 17, 20)
Ya que este servidor tuyo te ha caído en gracia, y me has hecho el gran favor de dejarme con vida, mira que no puedo escaparme al monte sin riesgo de que me alcance el daño y la muerte. (Génesis 19, 19)
Creció el niño y fue destetado, y Abraham hizo un gran banquete el día que destetaron a Isaac. (Génesis 21, 8)
también del hijo de la criada haré una gran nación, por ser descendiente tuyo.» (Génesis 21, 13)
¡Arriba!, levanta al chico y tenle de la mano, porque he de convertirle en una gran nación.» (Génesis 21, 18)