Talált 238 Eredmények: filisteos derrotados

  • Subió y se lo dijo a su padre y a su madre: «He visto en Timná una mujer de entre las hijas de los filisteos: tomádmela para esposa.» (Jueces 14, 2)

  • Su padre y su madre le dijeron: «¿No hay ninguna mujer entre las hijas de tus hermanos y en todo mi pueblo, para que vayas a tomar mujer entre esos filisteos incircuncisos?» Pero Sansón respondió a su padre: «Toma a ésa para mí, porque esa es la que me gusta.» (Jueces 14, 3)

  • Su padre y su madre no sabían que esto venía de Yahveh, que buscaba un pretexto contra los filisteos, pues por aquel tiempo los filisteos dominaban a Israel. (Jueces 14, 4)

  • Sansón les replicó: «Esta vez no tengo culpa con los con los filisteos si les hago daño.» (Jueces 15, 3)

  • Prendió fuego a las teas y luego, soltando las zorras por las mieses de los filisteos, incendió las gavillas y el trigo todavía en pie y hasta las viñas y olivares. (Jueces 15, 5)

  • Los filisteos preguntaron: «¿Quién ha hecho esto?» Y les respondieron: «Sansón, el yerno del timnita, porque éste tomó a su mujer y se la dio a su compañero.» Entonces los filisteos subieron y quemaron a aquella mujer y la casa de su padre. (Jueces 15, 6)

  • Los filisteos subieron a acampar en Judá e hicieron una incursión por Lejí. (Jueces 15, 9)

  • 3.000 hombres de Judá bajaron a la gruta de la roca de Etam y dijeron a Sansón: «¿No sabes que los filisteos nos están dominando? ¿Qué nos has hecho?» El les repondió: «Como me trataron a mí, les he tratado yo a ellos.» (Jueces 15, 11)

  • Ellos le dijeron: «Hemos bajado para amarrarte y entregarte en manos de los filisteos.» Sansón les dijo: «Juradme que no me vais a matar vosotros mismos.» (Jueces 15, 12)

  • Cuando llegaba a Lejí y los filisteos corrían a su encuentro, con gritos de triunfo, el espíritu de Yahveh vino sobre él: los cordeles que sujetaban sus brazos fueron como hilos de lino que se queman al fuego y las ligaduras se deshicieron entre sus manos. (Jueces 15, 14)

  • Sansón fue juez en Israel en la época de los filisteos por espacio de veinte años. (Jueces 15, 20)

  • Los tiranos de los filisteos subieron donde ella y le dijeron: «Sonsácale y entérate de dónde le viene esa fuerza tan enorme, y cómo podríamos dominarlo para amarrarlo y tenerlo sujeto. Nosotros te daremos cada uno 1.100 siclos de plata.» (Jueces 16, 5)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina