Talált 324 Eredmények: cielos
Israel mora en seguro; la fuente de Jacob aparte brota para un país de trigo y vino; hasta sus cielos el rocío destilan. (Deuteronomio 33, 28)
Al oírlo, ha desfallecido nuestro corazón y no se encuentra ya nadie con aliento en vuestra presencia, porque Yahveh vuestro Dios, es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra. (Josué 2, 11)
Cuando saliste de Seír, Yahveh, cuando avanzaste por los campos de Edom, tembló la tierra, gotearon los cielos, las nubes en agua se fundieron. (Jueces 5, 4)
Desde los cielos lucharon las estrellas, desde sus órbitas lucharon contra Sísara. (Jueces 5, 20)
La tierra fue sacudida y vaciló, las bases de los cielos retemblaron. Vacilaron bajo su furor. (II Samuel 22, 8)
El inclinó los cielos y bajó, un espeso nublado debajo de sus pies. (II Samuel 22, 10)
Tronó Yahveh dese los cielos, lanzó el Altísimo su voz; (II Samuel 22, 14)
y dijo: «Yahveh, Dios de Israel, no hay Dios como tú en lo alto de los cielos ni abajo sobre la tierra, tú que guardas la alianza y el amor a tus siervos que andan en tu presencia con todo su corazón, (I Reyes 8, 23)
¿Es que verdaderamente habitará Dios con los hombres sobre la tierra? Si los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte, ¡cuánto menos esta Casa que yo te he construido! (I Reyes 8, 27)
escucha tú desde los cielos y obra; juzga a tus siervos, declarando culpable al malo, para hacer recaer su conducta sobre su cabeza y declarando inocente al justo para darle según su justicia. (I Reyes 8, 32)
escucha tú desde los cielos y perdona el pecado de tu pueblo Israel y vuélvelos a la tierra que diste a sus padres. (I Reyes 8, 34)
«Cuando los cielos estén cerrados y no haya lluvia porque pecaron contra ti, si oran en este lugar y alaban tu Nombre y se convierten de su pecado porque les humillaste, (I Reyes 8, 35)