Talált 62 Eredmények: fortaleza
Partió de allí por la noche y avanzó hasta la fortaleza. (I Macabeos 5, 29)
Al llegar el día, los judíos divisaron una muchedumbre innumerable que levantaba escaleras y empalizadas para tomar la fortaleza y había pasado a la ofensiva. (I Macabeos 5, 30)
Con esta garantía salieron de la fortaleza y el rey subió al monte Sión. Pero al ver las fortificaciones de aquel lugar, violó el juramento que había hecho y ordenó destruir la muralla que lo rodeaba. (I Macabeos 6, 62)
En seguida tocaron las trompetas, y Cendebeo fue derrotado con todo su ejército. Muchos de ellos murieron y los restantes huyeron en dirección a la fortaleza. (I Macabeos 16, 8)
Entonces fue herido Judas, el hermano de Juan. Este los persiguió hasta que Cendebeo entró en Cedrón, la fortaleza que había reconstruido. (I Macabeos 16, 9)
El hijo de Abubos los recibió dolosamente en la pequeña fortaleza llamada Doc, que él había hecho construir. Allí les sirvió un gran banquete, a la vez que les preparaba una emboscada. (I Macabeos 16, 15)
El mismo Timoteo tuvo que refugiarse en una fortaleza muy bien defendida, llamada Guézer, donde gobernaba Quereas. (II Macabeos 10, 32)
Cuando los partidarios del Macabeo supieron que Lisias había sitiado la fortaleza, comenzaron a suplicar al Señor con gemidos y lágrimas, unidos a la multitud, pidiéndole que enviara un ángel protector para salvar a Israel. (II Macabeos 11, 6)
Dositeo y Sosípatro, capitanes de Macabeo, avanzaron contra la fortaleza y mataron a los hombres que Timoteo había dejado en ella: eran más de diez mil. (II Macabeos 12, 19)
Al enterarse de que se acercaba Judas, Timoteo mandó que las mujeres y los niños, junto con el resto del equipaje, se adelantaran hasta la fortaleza llamada Carnión, que era inexpugnable y de difícil acceso, por lo accidentado del terreno. (II Macabeos 12, 21)
¿Amas la justicia? El fruto de sus esfuerzos son las virtudes, porque ella enseña la templanza y la prudencia, la justicia y la fortaleza, y nada es más útil que esto para los hombres en la vida. (Sabiduría 8, 7)
Sobre él reposará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor (Isaías 11, 2)