Talált 7389 Eredmények: el Señor es mi pastor

  • Pero el Señor dijo a Abraham: "¿Por qué se ha reído Sara, pensando que no podrá dar a luz, siendo tan vieja? (Génesis 18, 13)

  • ¿Acaso hay algo imposible para el Señor? Cuando yo vuelva a verte para esta época, en el año entrante, Sara habrá tenido un hijo". (Génesis 18, 14)

  • Mientras tanto, el Señor pensaba: "¿Dejaré que Abraham ignore lo que ahora voy a realizar, (Génesis 18, 17)

  • Porque yo lo he elegido para que enseñe a sus hijos, y a su familia después de él, que se mantengan en el camino del Señor, practicando lo que es justo y recto. Así el Señor hará por Abraham lo que ha predicho acerca de él". (Génesis 18, 19)

  • Luego el Señor añadió: "El clamor contra Sodoma y Gomorra es tan grande, y su pecado tan grave, (Génesis 18, 20)

  • Dos de esos hombres partieron de allí y se fueron hacia Sodoma, pero el Señor se quedó de pie frente a Abraham. (Génesis 18, 22)

  • El Señor respondió: "Si encuentro cincuenta justos en la ciudad de Sodoma, perdonaré a todo ese lugar en atención a ellos". (Génesis 18, 26)

  • Entonces Abraham dijo: "Yo, que no soy más que polvo y ceniza, tengo el atrevimiento de dirigirme a mi Señor. (Génesis 18, 27)

  • Quizá falten cinco para que los justos lleguen a cincuenta. Por esos cinco ¿vas a destruir toda la ciudad?". "No la destruiré si encuentro allí cuarenta y cinco", respondió el Señor. (Génesis 18, 28)

  • Pero Abraham volvió a insistir: "Quizá no sean más que cuarenta". Y el Señor respondió: "No lo haré por amor a esos cuarenta". (Génesis 18, 29)

  • "Por favor, dijo entonces Abraham, que mi Señor no lo tome a mal si continúo insistiendo. Quizá sean solamente treinta". Y el Señor respondió: "No lo haré si encuentro allí a esos treinta". (Génesis 18, 30)

  • Abraham insistió: "Una vez más, me tomo el atrevimiento de dirigirme a mi Señor. Tal vez no sean más que veinte". "No la destruiré en atención a esos veinte", declaró el Señor. (Génesis 18, 31)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina