Talált 21 Eredmények: centurión

  • Al entrar en Cafarnaún, se le acercó un centurión, rogándole: (Mateo 8, 5)

  • Pero el centurión respondió: «Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. (Mateo 8, 8)

  • Y Jesús dijo al centurión: «Ve, y que suceda como has creído». Y el sirviente se curó en ese mismo momento. (Mateo 8, 13)

  • El centurión y los hombres que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y todo lo que pasaba, se llenaron de miedo y dijeron: «¡Verdaderamente, este era Hijo de Dios!». (Mateo 27, 54)

  • Al verlo expirar así, el centurión que estaba frente a él, exclamó: «¡Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios!». (Marcos 15, 39)

  • Pilato se asombró de que ya hubiera muerto; hizo llamar al centurión y le preguntó si hacía mucho que había muerto. (Marcos 15, 44)

  • Informado por el centurión, entregó el cadáver a José. (Marcos 15, 45)

  • Había allí un centurión que tenía un sirviente enfermo, a punto de morir, al que estimaba mucho. (Lucas 7, 2)

  • Jesús fue con ellos, y cuando ya estaba cerca de la casa, el centurión le mandó decir por unos amigos: «Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres en mi casa; (Lucas 7, 6)

  • Cuando el centurión vio lo que había pasado, alabó a Dios, exclamando: «Realmente este hombre era un justo». (Lucas 23, 47)

  • Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la cohorte itálica. (Hechos 10, 1)

  • Ellos respondieron: «El centurión Cornelio, hombre justo y temeroso de Dios, que goza de la estima de todos los judíos, recibió de un ángel de Dios la orden de conducirte a su casa para escuchar tus palabras». (Hechos 10, 22)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina