Talált 244 Eredmények: caminar en la verdad
Él me condujo y me hizo caminar por las tinieblas, y no por la luz. (Lamentaciones 3, 2)
¿O no es verdad que ustedes tienen visiones ilusorias y hacen predicciones engañosas, cuando dicen: "¡Oráculo del Señor!", sin que yo haya hablado? (Ezequiel 13, 7)
Cuando el hombre salió hacia el este, tenía una cuerda en la mano. Midió quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a los tobillos. (Ezequiel 47, 3)
Midió otros quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a las rodillas. Midió otros quinientos metros y me hizo caminar a través del agua, que me llegó a la cintura. (Ezequiel 47, 4)
Nabucodonosor tomó la palabra y les dijo: "¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abed Negó, que ustedes no sirven a mis dioses y no adoran la estatua de oro que yo erigí? (Daniel 3, 14)
Porque tú eres justo en todo lo que has hecho por nosotros, todas tus obras son verdaderas, tus caminos son rectos y todos tus juicios son verdad. (Daniel 3, 27)
Tú has ejecutado justas sentencias, en todo lo que has hecho recaer sobre nosotros y sobre Jerusalén, la Ciudad santa de nuestros padres. Con verdad y justicia nos has tratado así, a causa de nuestros pecados. (Daniel 3, 28)
Ahora yo, Nabucodonosor, glorifico, exalto y celebro al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdad y sus caminos son justicia. Y él tiene poder para humillar a los que caminan con arrogancia. (Daniel 4, 34)
Me acerqué a uno de los que estaban de pie y le pregunté la verdad acerca de todo aquello. Él me habló y me hizo conocer la interpretación de las cosas. (Daniel 7, 16)
Entonces quise saber la verdad acerca del cuarto animal, que era diferente de todos los demás, extremadamente terrible, y que tenía dientes de hierro y garras de bronce: el que devoraba, trituraba y pisoteaba el resto con las patas; (Daniel 7, 19)
lo mismo que su Ejército. Sobre el sacrificio perpetuo fue instalada la iniquidad, y se echó por tierra la verdad. Él tuvo éxito en todo lo que emprendió. (Daniel 8, 12)
La visión de las tardes y las mañanas, tal como ha sido expuesta, es verdad. En cuanto a ti, oculta la visión, porque es para días lejanos". (Daniel 8, 26)