Talált 50 Eredmények: Madián
Además de otras víctimas, mataron a los cinco reyes de Madián: Eví, Réquem, Sur, Jur y Reba. También pasaron al filo de la espada a Balaam, hijo de Beor. (Números 31, 8)
Todas las ciudades del altiplano habían pertenecido a Sijón, el rey de los amorreos que reinaba en Jesbón, y al que Moisés había derrotado, lo mismo que a los príncipes de Madián: Evi, Réquem, Sur, Jur y Reba, vasallos de Sijón que habitaban en aquel país. (Josué 13, 21)
Los israelitas hicieron lo que es malo a los ojos del Señor, y él los entregó en manos de Madián durante siete años. (Jueces 6, 1)
Israel quedó muy debilitado a causa de Madián, y los israelitas clamaron al Señor. (Jueces 6, 6)
Cuando los israelitas clamaron al Señor a causa de Madián, (Jueces 6, 7)
"Perdón, señor, le respondió Gedeón; pero si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos sucede todo esto? ¿Dónde están todas esas maravillas que nos contaron nuestros padres, cuando nos decían: ‘El Señor nos hizo subir de Egipto’? Pero ahora él nos ha desamparado y nos ha entregado en manos de Madián". (Jueces 6, 13)
"Yo estaré contigo, le dijo el Señor, y tú derrotarás a Madián como si fuera un solo hombre". (Jueces 6, 16)
Todo Madián, Amalec y los Orientales se reunieron de común acuerdo, cruzaron el Jordán y acamparon en la llanura de Izreel. (Jueces 6, 33)
A la mañana siguiente, Ierubaal -es decir, Gedeón- se levantó de madrugada con la gente que lo acompañaba, y acamparon en En Jaród. Madián había acampado más al norte, al pie de la colina de Moré, sobre el valle. (Jueces 7, 1)
Entonces el Señor dijo a Gedeón: "La gente que te acompaña es demasiado numerosa para que yo ponga a Madián en sus manos. No quiero que Israel se gloríe a expensas mías, diciendo: ‘Es mi mano la que me salvó’. (Jueces 7, 2)
El Señor dijo a Gedeón: "Yo los voy a salvar con estos trescientos hombres y pondré a Madián en tus manos. Que el grueso de la tropa regrese cada uno a su casa". (Jueces 7, 7)
Los trescientos hombres recogieron los cántaros de toda la tropa, y también sus trompetas, mientras Gedeón despedía a los otros israelitas, quedándose sólo con esos trescientos. El campamento de Madián estaba en el valle, debajo del suyo. (Jueces 7, 8)