Talált 52 Eredmények: príncipe de paz

  • Cuando el príncipe entre, pasará por el vestíbulo de la puerta y se devolverá por el mismo camino. (Ezequiel 46, 8)

  • El príncipe entrará con sus súbditos y saldrá cuando estos salgan. (Ezequiel 46, 10)

  • Con ocasión de las fiestas y de las solemnidades, el príncipe ofrecerá por el novillo una medida de harina, otra por el carnero y lo que quiera por los corderos. (Ezequiel 46, 11)

  • Cuando el príncipe presente a Yavé su ofrenda voluntaria, el holocausto o el sacrificio pacífico, se le abrirá la puerta del este. Presentará su holocausto y su sacrificio pacífico como lo hace el día sábado, luego se retirará y se cerrará la puerta apenas salga. (Ezequiel 46, 12)

  • Esto dice Yavé: Si el príncipe hace un regalo a uno de sus hijos, ese regalo será parte de la herencia de sus hijos, será su propiedad de generación en generación. (Ezequiel 46, 16)

  • Pero si regala algo de la herencia a uno de sus servidores, ese regalo pertenecerá a su servidor hasta el año de la liberación, después de lo cual volverá al príncipe; sólo los hijos conservarán la herencia. (Ezequiel 46, 17)

  • Con esto, el príncipe no tomará nada de la herencia del pueblo; no le quitará lo que le pertenece, sino que de sus propios bienes dará una herencia a sus hijos; así mi pueblo no será despojado de su herencia". (Ezequiel 46, 18)

  • El príncipe recibirá lo que queda al este y al oeste, tanto de la parte consagrada como de la propiedad de la ciudad, en esa franja de veinticinco mil codos de largo que va desde la frontera este a la frontera oeste; la porción del príncipe será paralela a los demás lotes, y en el medio estará el dominio sagrado con el santuario de la Casa. (Ezequiel 48, 21)

  • Así pues, el príncipe recibirá su terreno a continuación del de los levitas y del de la ciudad, entre el territorio de Judá y él de Benjamín. (Ezequiel 48, 22)

  • Llevará a cabo sus engaños, se creerá mucho y, en plena paz, destruirá a muchos. Incluso se alzará contra el Príncipe de los príncipes, pero, sin que intervenga mano alguna, será destruido (Daniel 8, 25)

  • Aquel príncipe impondrá su ley a gran parte del pueblo durante una semana. Durante la mitad de una semana hará cesar los sacrificios y las ofrendas. El devastador colocará el abominable ídolo en el Templo, hasta que la ruina decretada por Dios caiga sobre el devastador. (Daniel 9, 27)

  • El príncipe del reino persa me ha hecho resistencia durante veintiún días, pero Miguel, uno de los primeros ángeles, ha venido en mi ayuda. Lo dejé allí junto a los reyes de Persia, (Daniel 10, 13)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina