Talált 1414 Eredmények: milagros de Jesús
Jesús, al verse rodeado por la multitud, dio orden de cruzar a la otra orilla. (Evangelio según San Mateo 8, 18)
Jesús le contestó: «Los zorros tienen cuevas y las aves tienen nidos, pero el Hijo del Hombre ni siquiera tiene dónde recostar la cabeza.» (Evangelio según San Mateo 8, 20)
Jesús le contestó: «Sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos.» (Evangelio según San Mateo 8, 22)
Jesús subió a la barca y sus discípulos le siguieron. (Evangelio según San Mateo 8, 23)
Los demonios suplicaron a Jesús: «Si nos expulsas, envíanos a esa piara de cerdos.» Jesús les dijo: «Vayan». (Evangelio según San Mateo 8, 31)
Entonces todos los habitantes salieron al encuentro de Jesús y, no bien lo vieron, le rogaron que se alejase de sus tierras. (Evangelio según San Mateo 8, 34)
Jesús volvió a la barca, cruzó de nuevo el lago y vino a su ciudad. (Evangelio según San Mateo 9, 1)
Allí le llevaron a un paralítico, tendido en una camilla. Al ver Jesús la fe de esos hombres, dijo al paralítico: «¡Animo, hijo; tus pecados quedan perdonados!» (Evangelio según San Mateo 9, 2)
Pero Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: «¿Por qué piensan mal? (Evangelio según San Mateo 9, 4)
Jesús, al irse de allí, vio a un hombre llamado Mateo en su puesto de cobrador de impuestos, y le dijo: «Sígueme.» Mateo se levantó y lo siguió. (Evangelio según San Mateo 9, 9)
Como Jesús estaba comiendo en casa de Mateo, un buen número de cobradores de impuestos y otra gente pecadora vinieron a sentarse a la mesa con Jesús y sus discípulos. (Evangelio según San Mateo 9, 10)
Jesús los oyó y dijo: «No es la gente sana la que necesita médico, sino los enfermos. (Evangelio según San Mateo 9, 12)