Talált 153 Eredmények: hambre
Los profetas que nos han precedido desde hace mucho tiempo, predijeron a muchos países y a grandes naciones guerra, hambre y peste. (Jeremías 28, 8)
esto es lo que ha decidido Yavé de los Ejércitos: Voy a mandar contra ellos la espada, el hambre y la peste, y van a quedar como higos podridos, que de malos no se pueden comer. (Jeremías 29, 17)
Los perseguiré con la espada, el hambre y la peste. Producirán terror a todos los reinos de la tierra, y serán motivo de maldición, de admiración, de burla y de risa para todas las naciones adonde los arroje. (Jeremías 29, 18)
Pues bien ahora los terraplenes que se han construido para asaltar la ciudad ya están llegando a ella, y la ciudad va a caer en manos de los caldeos, que la atacan a espada, hambre y peste. Todo lo que tú anunciaste se está cumpliendo, como tú lo ves. (Jeremías 32, 24)
Así habla Yavé respecto de Jerusalén, en el momento que ustedes la ven entregada al rey de Babilonia por la espada, por el hambre y por la peste. Yavé dice: (Jeremías 32, 36)
Por lo tanto, así dice Yavé: «Ustedes no me han escuchado al no conceder la libertad a su prójimo. Pues bien, voy a dejar libres contra ustedes a la espada, a la peste y al hambre, y llegarán a ser un ejemplo espantoso para todas las naciones de la tierra. (Jeremías 34, 17)
«Dice Yavé: Quien se quede en esta ciudad morirá a espada, o de hambre o de peste; en cambio, el que se entregue a los caldeos, vivirá; aunque pierda todo, salvará la vida. Y también esto es palabra de Yavé: (Jeremías 38, 2)
la espada, que les da miedo, los alcanzará también por allá, y el hambre, que les preocupa, les irá pisando los talones; y allí, en Egipto, ustedes morirán. (Jeremías 42, 16)
Y todos los que han decidido irse a Egipto para residir allí, morirán a espada, de hambre y de peste; y nadie escapará con vida de esa catástrofe que les voy a mandar. (Jeremías 42, 17)
Tengan, pues, ustedes muy bien en cuenta que perecerán por la espada, de hambre y de peste, en el territorio a donde quieren ir a instalarse.» (Jeremías 42, 22)
Tomaré al resto de la población de Judá que resolvió venirse a vivir a Egipto y los haré perecer a todos en la tierra de Egipto; caerán al filo de la espada o morirán de hambre; grandes y chicos, todos morirán por la espada y de hambre. Los aborrecerán, se asombrarán de ellos, los maldecirán y se reirán de ellos. (Jeremías 44, 12)
Así como castigué a Jerusalén con la espada, el hambre y la peste, también castigaré a los que viven en Egipto,. (Jeremías 44, 13)