Talált 241 Eredmények: Ángel Rafael
El ángel respondió: «Lo acompañaré. No temas; sanos partimos y sanos regresaremos, pues el camino es seguro.» Tobit ordenó a su hijo: «Prepara las cosas para el viaje. ¡Ojalá les vaya bien por el camino!» Cuando el hijo tuvo preparadas sus cosas, el padre le dijo: «Que Dios del Cielo los proteja; que su ángel los acompañe en el camino, para que vuelvan sanos a mí.» (Tobías 5, 17)
Un ángel bueno los acompañará; el viaje será feliz y volverá sano a nosotros.» (Tobías 5, 22)
Partió el joven con el ángel, y el perro los seguía. (Tobías 6, 2)
pero el ángel le dijo: «Tómalo y no lo dejes escapar.» El joven se apoderó del pez y lo sacó a tierra. (Tobías 6, 4)
El ángel agregó: «Abrelo; sácale la hiel, el corazón y el hígado, y guárdalos.» (Tobías 6, 5)
El joven preguntó al ángel: «Hermano Azarías, ¿qué remedios son el corazón, el hígado y la hiel del pez?» (Tobías 6, 7)
Llegaron a Media y, estando ya cerca de Ecbátana, Rafael dijo al joven: (Tobías 6, 10)
Respondió el ángel: «¿Acaso has olvidado las recomendaciones de tu padre, que te mandó tomar esposa de su familia? Hermano, no te preocupes por el demonio y cásate con ella. Te aseguro que esta misma noche ella será tu esposa. (Tobías 6, 15)
Una vez lavados y purificados, se sentaron a la mesa. Tobías dijo a Rafael: «Hermano Azarías, dile a Ragüel que me dé por esposa a mi prima Sara.» (Tobías 7, 9)
Tobías recordó las palabras de Rafael y, tomando el hígado y el corazón del pez que tenía en la bolsa, los puso en las brasas del perfumador. (Tobías 8, 2)
El olor del pez hizo huir al demonio hacia las regiones altas de Egipto, donde Rafael lo encadenó. (Tobías 8, 3)
Tobías llamó a Rafael y le dijo: (Tobías 9, 1)