pronađen 199 Rezultati za: Libro de Números

  • Fue David con sus hombres a Queilá, atacó a los filisteos, se llevó sus rebaños, les causó una gran mortandad y libró David a los habitantes de Queilá. (I Samuel 23, 5)

  • Está escrita en el Libro del Justo, para que sea enseñado el arco a los hijos de Judá. Dijo: (II Samuel 1, 18)

  • Y todo el pueblo discutía en todas las tribus de Israel diciendo: «El rey nos libró de nuestros enemigos y nos salvó de manos de los filisteos y ahora ha tenido que huir del país, lejos de Absalón. (II Samuel 19, 10)

  • El rey hizo este juramento: «Vive Yahveh que libró mi alma de toda angustia, (I Reyes 1, 29)

  • El resto de los hechos de Salomón, todo lo que hizo y su sabiduría ¿no está escrito en el libro de los hechos de Salomón? (I Reyes 11, 41)

  • El resto de los hechos de Jeroboam, cómo guerreó y cómo reinó, están escritos en el libro de los Anales de los reyes de Israel. (I Reyes 14, 19)

  • El resto de los hechos de Roboam, todo cuanto hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Judá? (I Reyes 14, 29)

  • El resto de los hechos de Abiyyam, todo cuanto hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Judá? Hubo guerra entre Abiyyam y Jeroboam. (I Reyes 15, 7)

  • El resto de los hechos de Asá, toda su bravura y cuanto hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Judá? Sólo que en su ancianidad enfermó de los pies. (I Reyes 15, 23)

  • El resto de los hechos de Nadab y todo cuanto hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel? (I Reyes 15, 31)

  • El resto de los hechos de Basá, todo cuanto hizo y su bravura, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel? (I Reyes 16, 5)

  • El resto de los hechos de Elá, todo cuanto hizo, ¿no está escrito en el libro de los Anales de los reyes de Israel? (I Reyes 16, 14)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina