Trouvé 25 Résultats pour: oveja

  • Si alguno roba un buey o una oveja y los mata o vende, restituirá cinco bueyes por cada buey y cuatro ovejas por cada oveja. (Exodo 21, 37)

  • En toda apropiación indebida, sea de buey, de asno, de oveja, de vestido o de cualquier cosa desaparecida, si alguien lo reclama como suyo, la causa de las dos partes se llevará ante Dios. Aquel a quien Dios condene, restituirá el doble a su prójimo. (Exodo 22, 8)

  • Si uno da a otro en custodia un asno, un buey, una oveja o cualquier otro animal, y ese animal muere, se daña o es robado sin que nadie lo vea, (Exodo 22, 9)

  • y presentará al Señor, en calidad de reparación por el pecado cometido, una hembra de ganado menor, oveja o cabra, en sacrificio por el pecado. El sacerdote hará sobre él el rito de absolución y se verá libre de su pecado. (Levítico 5, 6)

  • "Di a los israelitas: No comeréis grasa alguna, ni de buey ni de oveja ni de cabra. (Levítico 7, 23)

  • Éstos son los animales que podéis comer: el buey, la oveja, la cabra, (Deuteronomio 14, 4)

  • Si ves el buey o la oveja de tu prójimo que se han extraviado, no te desentiendas de ellos; llévaselos a tu hermano. (Deuteronomio 22, 1)

  • Y añadió: "Dispersaos entre el pueblo y decidle que cada uno traiga su buey y su oveja y los sacrifiquen aquí; después los comeréis sin pecar contra el Señor comiendo la carne con la sangre". Aquella noche cada uno llevó lo que tenía a mano y lo sacrificó allí. (I Samuel 14, 34)

  • David le replicó: "Cuando tu siervo apacentaba las ovejas de su padre y venía un león o un oso y se llevaba una oveja del rebaño, (I Samuel 17, 34)

  • Ando errante como oveja perdida; búscame, pues no me he olvidado de tus mandamientos. (Salmos 119, 176)

  • Era maltratado, y no se resistía ni abría su boca; como cordero llevado al matadero, como oveja ante sus esquiladores, no abría la boca. (Isaías 53, 7)

  • Se sacrifica un toro, se mata a un hombre, se inmola una oveja, se estrangula un perro; se ofrece sangre de cerdo, se quema incienso adorando a un ídolo. Como ellos gustan de seguir sus caminos y su alma se complace en sus horrores, (Isaías 66, 3)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina