Trouvé 66 Résultats pour: inocente

  • Abimelec, que todavía no la había tocado, dijo: "Señor, ¿matarás también a un inocente? (Génesis 20, 4)

  • No intervengas en causas injustas y no hagas morir al inocente y al justo, porque yo no absolveré al malvado. (Exodo 23, 7)

  • De esta manera no se derramará sangre inocente dentro de la tierra que el Señor, tu Dios, está para darte en posesión; de lo contrario, la sangre caería sobre ti. (Deuteronomio 19, 10)

  • No tendrá piedad de él. Alejarás de Israel todo derramamiento de sangre inocente, y serás feliz. (Deuteronomio 19, 13)

  • Oh, Señor, perdona a tu pueblo Israel, al que rescataste, y no permitas que en medio de Israel, tu pueblo, se derrame sangre inocente; así se verán libres de la venganza de la sangre. (Deuteronomio 21, 8)

  • Así también terminarás con el derramamiento de sangre inocente, haciendo lo que es recto a los ojos del Señor. (Deuteronomio 21, 9)

  • ¡Maldito el mercenario que mate por dinero a un inocente! Y todo el pueblo responderá: ¡Amén! (Deuteronomio 27, 25)

  • Sansón le dijo: "Ahora sí que soy inocente del mal que voy a hacer a los filisteos". (Jueces 15, 3)

  • Él expuso su propia vida, mató al filisteo y el Señor dio una gran victoria a todo Israel. Lo viste tú mismo y te alegraste. ¿Por qué quieres hacerte reo de sangre inocente, matando a David sin razón?". (I Samuel 19, 5)

  • ¡cuánto más ahora, cuando unos bandidos han matado a un hombre inocente, en su casa, sobre su lecho! ¿No deberé yo pediros cuenta de su sangre y borraros de la tierra?". (II Samuel 4, 11)

  • Ya sabes lo que me ha hecho Joab, hijo de Sarvia; lo que hizo a los dos jefes de los ejércitos de Israel, Abner, hijo de Ner, y Amasá, hijo de Yéter, que los asesinó, vengando en plena paz la sangre derramada en tiempo de guerra y salpicando de sangre inocente el cinturón que ciño y el calzado que llevo. (I Reyes 2, 5)

  • El rey le dijo: "Haz lo que ha dicho; mátale y entiérrale. Así apartarás de mí y de la casa de mi padre la sangre inocente que Joab había derramado, (I Reyes 2, 31)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina