Trouvé 77 Résultats pour: frutos

  • Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. (Mateo 7, 18)

  • Así que por sus frutos los reconoceréis. (Mateo 7, 20)

  • Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. (Mateo 21, 34)

  • Dícenle: «A esos miserables les dará una muerte miserable arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo.» (Mateo 21, 41)

  • Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos.» (Mateo 21, 43)

  • Envió un siervo a los labradores a su debido tiempo para recibir de ellos una parte de los frutos de la viña. (Marcos 12, 2)

  • Dad, pues, frutos dignos de conversión, y no andéis diciendo en vuestro interior: "Tenemos por padre a Abraham"; porque os digo que puede Dios de estas piedras dar hijos a Abraham. (Lucas 3, 8)

  • ¿Qué frutos cosechasteis entonces de aquellas cosas que al presente os avergüenzan? Pues su fin es la muerte. (Romanos 6, 21)

  • Porque, cuando estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas, excitadas por la ley, obraban en nuestros miembros, a fin de que produjéramos frutos de muerte. (Romanos 7, 5)

  • ¿Quién ha militado alguna vez a cosa propia? ¿Quién planta una viña y no come de sus frutos? ¿Quién apacienta un rebaño y no se alimenta de la leche del rebaño? (I Corintios 9, 7)

  • Aquel que provee de simiente al sembrador y de pan para su alimento, proveerá y multiplicará vuestra sementera y aumentará los frutos de vuestra justicia. (II Corintios 9, 10)

  • llenos de los frutos de justicia que vienen por Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios. (Filipenses 1, 11)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina