Trouvé 95 Résultats pour: corona de espinas

  • a cambiar su ceniza por una corona, su ropa de luto por el óleo de la alegría, y su abatimiento por un canto de alabanza. Ellos serán llamados "Encinas de justicia", "Plantación del Señor, para su gloria". (Isaías 61, 3)

  • Serás una espléndida corona en la mano del Señor, una diadema real en las palmas de tu Dios. (Isaías 62, 3)

  • Porque así habla el Señor a los hombres de Judá y a Jerusalén: Roturen el terreno baldío y no siembren entre espinas. (Jeremías 4, 3)

  • Sembraron trigo y cosecharon espinas, se han agotado sin ningún provecho: ¡avergüéncense de sus cosechas, por el ardor de la ira del Señor! (Jeremías 12, 13)

  • Digan al rey y a la reina madre: Siéntense en el suelo, porque se les ha caído de la cabeza la corona de gloria. (Jeremías 13, 18)

  • Se ha caído la corona de nuestras cabezas: ¡ay de nosotros, porque hemos pecado! (Lamentaciones 5, 16)

  • En cuanto a ti, hijo de hombre, no les temas ni tengas miedo de lo que digan, porque estás entre cardos y espinas, y sentado sobre escorpiones; no tengas miedo de lo que digan ni te acobardes delante de ellos, porque son un pueblo rebelde. (Ezequiel 2, 6)

  • Por eso voy a obstruir su camino con espinas, la cercaré con un muro, y no encontrará sus senderos. (Oseas 2, 8)

  • Ellos escaparon a la devastación, pero Egipto los reunirá, Menfis los enterrará, la ortiga heredará sus tesoros de plata, las espinas invadirán sus carpas. (Oseas 9, 6)

  • Los lugares altos de Aven, el pecado de Israel, también serán destruidos; espinas y cardos invadirán sus altares. Ellos dirán entonces a las montañas: "Cúbrannos", y a las colinas: "¡Caigan sobres nosotros!". (Oseas 10, 8)

  • Como un manojo de espinas enmarañadas, como la paja seca, ellos serán completamente devorados. (Nahún 1, 10)

  • tomarás la plata y el oro, harás una corona y la pondrás sobre la cabeza de Josué, hijo de Iehosadac, el Sumo Sacerdote. (Zacarías 6, 11)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina