Trouvé 1696 Résultats pour: batalla contra los filisteos
Respétalo y escucha su voz. No te rebeles contra él, porque no les perdonará las transgresiones, ya que mi Nombre está en él. (Exodo 23, 21)
Extenderé tus dominios desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Éufrates, porque yo pondré en tus manos a los habitantes del país para que los expulses delante de ti. (Exodo 23, 31)
Y ellos no deberán permanecer en tu país, para que no te inciten a pecar contra mí. Porque entonces servirías a sus dioses, y eso sería un grave riesgo para ti. (Exodo 23, 33)
y el Señor no extendió su mano contra esos privilegiados de Israel: ellos vieron a Dios, comieron y bebieron. (Exodo 24, 11)
Por eso, déjame obrar: mi ira arderá contra ellos y los exterminaré. De ti, en cambio, suscitaré una gran nación". (Exodo 32, 10)
Pero Moisés trató de aplacar al Señor con estas palabras: "¿Por qué, Señor, arderá tu ira contra tu pueblo, ese pueblo que tú mismo hiciste salir de Egipto con gran firmeza y mano poderosa? (Exodo 32, 11)
El Señor le respondió: "Yo borraré de mi Libro al que ha pecado contra mí. (Exodo 32, 33)
Habla en estos términos a los israelitas: Cuando una persona cometa inadvertidamente un pecado contra cualquiera de los mandamientos del Señor, haciendo lo que no está permitido: (Levítico 4, 2)
Si la que obra inadvertidamente es toda la comunidad de Israel -que sin darse cuenta se hace culpable, cometiendo una falta contra alguna de las prohibiciones contenidas en los mandamientos del Señor- (Levítico 4, 13)
Si es un jefe de la comunidad el que peca y se hace culpable, cometiendo inadvertidamente una falta contra alguna de las prohibiciones contenidas en los mandamientos del Señor, su Dios, (Levítico 4, 22)
Si es una persona del pueblo la que peca inadvertidamente y se ha hecho culpable, cometiendo una falta contra alguna de las prohibiciones contenidas en los mandamientos del Señor, (Levítico 4, 27)
Si una persona defrauda al Señor, pecando inadvertidamente contra sus derechos sagrados, le presentará como ofrenda de reparación un carnero del rebaño, que no tenga defecto, o su equivalente en siclos de plata, según la tasa del Santuario. (Levítico 5, 15)