I Juan, 1

La Santa Biblia

1 Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado, lo que han tocado nuestras manos acerca de la palabra de la vida,

2 pues la vida se ha manifestado, la hemos visto, damos testimonio de ella y os anunciamos la vida eterna, que estaba junto al Padre y se nos ha manifestado;

3 eso que hemos visto y oído, os lo anunciamos para que estéis unidos con nosotros, como lo estamos nosotros con el Padre y con su Hijo Jesucristo.

4 Os escribimos todo esto para que nuestra alegría sea completa.

5 Éste es el mensaje que le hemos oído a él y os anunciamos a vosotros: Dios es luz, y en él no hay tinieblas.

6 Si decimos que estamos unidos a él y andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad;

7 pero si andamos en la luz, como él está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos purifica de todo pecado.

8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no decimos la verdad.

9 Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es justo y fiel, nos perdona nuestros pecados y nos purifica de toda injusticia.

10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos mentiroso, y su palabra no está en nosotros.




Versículos relacionados com I Juan, 1:

El Capítulo 1 de 1 San Juan aborda la importancia de la confesión de los pecados y el perdón, así como la naturaleza de Dios y la necesidad de caminar en la luz y la verdad. A continuación hay cinco versos relacionados con estos temas, en orden de proximidad al capítulo:

Proverbios 28:13: "Lo que cubre sus transgresiones nunca prosperará; pero lo que los confiesa y dejará a la misericordia". Este versículo destaca la importancia de la confesión de los pecados y la necesidad de abandonarlos para recibir misericordia.

Salmo 32:5: "Confieso mi pecado y mi iniquidad ya no escondí. Dije, confesaré al Señor mis transgresiones; y perdonas la culpa de mi pecado". Este versículo habla sobre la alegría y el alivio que proviene de la confesión de los pecados y el perdón de Dios.

Isaías 1:18: "Ven, y déjenos, digamos, di el Señor; incluso si tus pecados son como escarlatas, se volverán blancos como la nieve; a pesar de que son rojos como Carmesim, se volverán como la lana blanca". Este versículo destaca la misericordia y el perdón de Dios, que transforma nuestros pecados en pureza.

Juan 8:12: "Él les habló, porque Jesús otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo; quien me sigue no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida". Este versículo se relaciona con la idea de caminar con luz y verdad, que se discute en 1 San Juan 1.

1 Juan 3:5: "También sabes que se manifestó para tomar los pecados; y no hay pecado en él". Este versículo enfatiza la naturaleza de Cristo como el Salvador que toma nuestros pecados y nos purifica.


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