Löydetty 280 Tulokset: sueños de José
Sus hermanos respondieron: "¿Es que vas a ser tú rey y señor nuestro?". Y le odiaban todavía más por sus sueños y por sus palabras. (Génesis 37, 8)
José tuvo otro sueño, que contó también a sus hermanos: "He tenido otro sueño: me parecía que el sol, la luna y once estrellas se postraban ante mí". (Génesis 37, 9)
Israel dijo a José: "Tus hermanos están pastoreando las ovejas en Siquén; ven, que quiero que vayas donde ellos". Él respondió: "Aquí me tienes". (Génesis 37, 13)
Y le dijo: "Anda, vete a ver cómo están tus hermanos y el rebaño, y tráeme noticias". Lo envió al valle de Hebrón, y José llegó a Siquén. (Génesis 37, 14)
Y aquel hombre le dijo: "Ya se han ido de aquí. Les oí decir: ¡Vámonos a Dotán!". José partió en busca de sus hermanos y los encontró en Dotán. (Génesis 37, 17)
Vamos a matarlo: lo echamos en una cisterna y luego decimos que una bestia feroz lo devoró. Veremos en qué paran sus sueños". (Génesis 37, 20)
Cuando José llegó junto a sus hermanos, le quitaron la túnica, la túnica de mangas largas que llevaba, (Génesis 37, 23)
Al pasar los mercaderes madianitas, ellos sacaron a José de la cisterna. Vendieron a José a los ismaelitas por veinte monedas de plata, y éstos se lo llevaron a Egipto. (Génesis 37, 28)
Rubén volvió a la cisterna, y José ya no estaba allí. Rasgó sus vestiduras, (Génesis 37, 29)
Ellos tomaron la túnica de José, degollaron un cabrito y tiñeron la túnica con la sangre. (Génesis 37, 31)
Él la reconoció y dijo: "¡Es la túnica de mi hijo! Una bestia feroz lo ha devorado; José ha sido despedazado". (Génesis 37, 33)
José había sido llevado a Egipto. Putifar, egipcio, eunuco del Faraón y capitán de la guardia, se lo compró a los ismaelitas que lo habían llevado allí. (Génesis 39, 1)