Löydetty 89 Tulokset: razón/page/2/page/6

  • Ésta es la razón por la que los israelitas, aún hoy, no comen el nervio ciático, que está en la articulación del muslo, porque el ángel dio un golpe a Jacob en la articulación del muslo, en el nervio ciático. (Génesis 32, 33)

  • Y el Señor le dejó, al decir ella "Esposo de sangre", en razón de la circuncisión. (Exodo 4, 26)

  • Moisés y Aarón salieron de la presencia del Faraón. Moisés suplicó al Señor en razón de la promesa hecha al Faraón respecto a las ranas. (Exodo 8, 8)

  • Si la familia es demasiado pequeña para consumir el cordero entero, se pondrá de acuerdo con su vecino, el más próximo a su casa, según el número de personas y en razón de la porción de cordero que cada cual puede comer. (Exodo 12, 4)

  • Lo recogían cada mañana, cada uno en razón de su propio consumo. Cuando calentaba el sol, se derretía. (Exodo 16, 21)

  • Comprarás a tu prójimo en proporción al número de años transcurridos después del jubileo, y en razón de los años de cosecha que le quedan te fijará él el precio de venta; (Levítico 25, 15)

  • "Si uno consagra al Señor alguna de las tierras de su patrimonio, la valoración será proporcional a su producción, a razón de seiscientos gramos de plata por cuatrocientos cincuenta kilos de cebada. (Levítico 27, 16)

  • Añadirás una ofrenda de vino, a razón de dos litros por cordero, además del holocausto y el sacrificio. (Números 15, 5)

  • El rescate se hará al mes de nacer, a razón de cinco monedas de plata según la unidad del santuario, que es de doce gramos. (Números 18, 16)

  • "Las hijas de Selofjad tienen razón. Les darás, pues, una propiedad en herencia, como a los hermanos de su padre, y harás pasar a ellas la herencia de su padre. (Números 27, 7)

  • Entonces Moisés dio estas prescripciones a los israelitas, por orden del Señor: "La tribu de los hijos de José tiene razón. (Números 36, 5)

  • Y vuestros niños, los mismos que vosotros creíais presa de los enemigos, vuestros hijos que todavía no tienen uso de razón, éstos serán los que han de entrar. A ellos se la daré en propiedad. (Deuteronomio 1, 39)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina