Löydetty 244 Tulokset: lluvia de piedras
"Toma unas piedras grandes y, en presencia de los judíos, escóndelas en la argamasa de la obra de ladrillo que hay a la entrada del palacio del Faraón, en Tafnis, (Jeremías 43, 9)
y diles: Esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Voy a mandar a buscar a mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y pondré su trono sobre estas piedras que he escondido y él desplegará sobre ellas su dosel. (Jeremías 43, 10)
A su voz se acumulan las aguas en el cielo; hace subir las nubes del extremo de la tierra, para la lluvia produce los relámpagos y saca de sus depósitos el viento. (Jeremías 51, 16)
Babilonia quedará hecha un montón de piedras, guarida de chacales, horror y rechifla, vacía de habitantes. (Jeremías 51, 37)
Ha cortado mis caminos con piedras sillares, ha cerrado mis senderos. (Lamentaciones 3, 9)
Precipitaron mi vida en una fosa, y tiraron piedras sobre mí. (Lamentaciones 3, 53)
¡Ay, cómo se ha deslucido el oro, se ha alterado el oro tan fino! ¡Están esparcidas las piedras sagradas por las esquinas de todas las calles! (Lamentaciones 4, 1)
No pueden establecer un rey en un país, ni dar a los hombres la lluvia. (Baruc 6, 52)
semejante al arco iris que aparece en las nubes en un día de lluvia; tal era el fulgor que despedía. Esta visión era como la imagen de la gloria del Señor. A su vista yo caí rostro en tierra y oí una voz que hablaba. (Ezequiel 1, 28)
Por tanto, esto dice el Señor Dios: En mi cólera desencadenaré un viento impetuoso, lluvia a torrentes caerá en mi furor, granizos sin cuento en el ardor de la destrucción. (Ezequiel 13, 13)
"Hijo de hombre, di a Jerusalén: Eres una tierra que no ha sido purificada ni lavada por la lluvia el día de la ira. (Ezequiel 22, 24)
Saquearán tus riquezas, arrebatarán tus mercancías. Derruirán tus muros, demolerán tus magníficas casas, tirarán al mar tus piedras, vigas y escombros. (Ezequiel 26, 12)