Löydetty 96 Tulokset: libertad cristiana

  • predicando el reino de Dios y enseñando las cosas referentes al Señor Jesucristo con toda libertad y sin obstáculo alguno. (Hechos 28, 31)

  • de que la creación será librada de la esclavitud de la destrucción para ser admitida a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. (Romanos 8, 21)

  • Que vuestra libertad no sea objeto de calumnia; (Romanos 14, 16)

  • Y si una mujer cristiana está casada con un hombre no creyente, pero acepta vivir con ella, que no se divorcie de él. (I Corintios 7, 13)

  • Pues el marido no creyente queda consagrado a Dios por la mujer cristiana, y la mujer no creyente queda consagrada a Dios por el marido cristiano; de lo contrario, vuestros hijos serían impuros, mientras que ahora pertenecen al pueblo de Dios. (I Corintios 7, 14)

  • Pero si el cónyuge no creyente se separa, que se separe; en ese caso el otro cónyuge creyente queda en plena libertad, porque el Señor nos ha llamado a vivir en paz. (I Corintios 7, 15)

  • ¿Fuiste llamado siendo esclavo? No te preocupes. Aunque si tienes ocasión de conseguir la libertad, debes aprovecharla; (I Corintios 7, 21)

  • Y si alguno, con entera libertad, sin que nadie lo fuerce, tiene en su interior el firme propósito de no casarse con su novia y así lo decide, hace bien. (I Corintios 7, 37)

  • Pero procurad que vuestra libertad no sirva de escándalo a los débiles en la fe. (I Corintios 8, 9)

  • ¿No tengo derecho a llevar conmigo una mujer cristiana, como los demás apóstoles, los hermanos del Señor, y hasta el mismo Pedro? (I Corintios 9, 5)

  • No de tu conciencia, sino la del otro. Pues, ¿por qué mi libertad ha de ser juzgada por conciencia ajena? (I Corintios 10, 29)

  • Hermanos, os voy a pedir un favor: sabéis que la familia de Esteban fue la primera que se hizo cristiana en la región de Acaya y que se ha consagrado al servicio de los fieles. (I Corintios 16, 15)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina