Löydetty 125 Tulokset: fruto

  • Junto al río crecerán, a una y otra margen, toda clase de árboles frutales, cuyo follaje no se marchitará y cuyo fruto no se agotará nunca. Todos los meses darán frutos nuevos, porque sus aguas manan del santuario. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas de medicina. (Ezequiel 47, 12)

  • Su ramaje era hermoso, abundante su fruto, había en él comida para todos; a su sombra se cobijaban las bestias de los campos, en sus ramas hacían nidos los pájaros del cielo y de él se alimentaba todo ser viviente. (Daniel 4, 9)

  • Efraín ha sido herido; su raíz está seca, ya no dará más fruto. Aunque den a luz, yo haré morir el fruto amado de su seno. (Oseas 9, 16)

  • Israel es una vid frondosa de generoso fruto; cuanto más abundaba su fruto, más multiplicaba sus altares; cuanto más producía la tierra, más hermosas hacía las estelas. (Oseas 10, 1)

  • ¿Por qué habéis arado la crueldad, habéis cosechado el crimen y habéis comido el fruto de la estafa? Por haber confiado en tus carros, en la multitud de tus guerreros, (Oseas 10, 13)

  • Efraín..., ¿qué tengo yo que ver con los ídolos? Yo lo atenderé y lo protegeré. Yo soy como un pino siempre verde; de mí procede todo fruto. (Oseas 14, 9)

  • No temáis, bestias del campo, pues ya reverdecen los pastizales del desierto, los árboles producen su fruto, la higuera y la vid dan su riqueza. (Joel 2, 22)

  • Y, sin embargo, yo exterminé delante de ellos al amorreo, alto como los cedros y fuerte como las encinas; destruí su fruto por arriba y por abajo sus raíces. (Amós 2, 9)

  • ¿Acaso los caballos corren por la roca o se ara con buey el mar? Pues vosotros habéis convertido el derecho en veneno, y el fruto de la injusticia en ajenjo. (Amós 6, 12)

  • ¿Aceptará el Señor miles de carneros y millones de ríos de aceite? ¿Ofreceré mi primogénito por mi delito, el fruto de mis entrañas por mi propio pecado? (Miqueas 6, 7)

  • ése es el fruto de todos los escándalos de la prostituta, de la bella graciosa y hábil encantadora, que esclavizaba a las naciones con sus seducciones y a los pueblos con sus hechizos: (Nahún 3, 4)

  • Por eso los cielos os negaron la lluvia, y la tierra no ha dado su fruto. (Ageo 1, 10)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina