Löydetty 251 Tulokset: dioses
¿A quién, pues, no parecerá evidente que no son dioses? (Baruc 6, 51)
Y si llega a prenderse fuego el templo de esos dioses de madera, dorados o plateados, sus sacerdotes escaparán y se pondrán a salvo; pero ellos se quedarán como postes, presa de las llamas. (Baruc 6, 54)
¿Cómo, pues, creer o pensar que son dioses? (Baruc 6, 56)
No pueden defenderse de ladrones ni de salteadores estos dioses de madera, plateados o dorados; aquéllos, más fuertes que ellos, les quitan el oro, la plata y los vestidos que los recubren, y se van con ello sin que los dioses puedan socorrerse a sí mismos. (Baruc 6, 57)
Mucho mejor es ser un rey que demuestra su poder o un utensilio provechoso en una casa, del cual se sirve su dueño, que no estos falsos dioses; o una puerta en una casa, que pone en seguro cuanto hay dentro de ella, que no estos falsos dioses; o un poste de madera en un palacio, que no estos falsos dioses. (Baruc 6, 58)
Pero estos dioses no pueden compararse a ninguna de estas cosas, ni en belleza ni en potencia. (Baruc 6, 62)
Así que no s puede creer ni pensar que sean dioses, cuando no pueden hacer justicia ni proporcionar bien alguno a los hombres. (Baruc 6, 63)
Sabiendo, pues, que no son dioses, no los temáis. (Baruc 6, 64)
Por ningún lado, pues, aparece que sean dioses. Así que no los temáis. (Baruc 6, 68)
Como un espantajo en un melonar, que no guarda nada, así son sus dioses de madera, dorados o plateados. (Baruc 6, 69)
Como un espino en un huerto, en el que todos los pájaros vienen a posarse; en fin, como un muerto echado en la oscuridad, así son sus dioses de madera, dorados y plateados. (Baruc 6, 70)
Por la púrpura y el lino, que se pudre encima de ellos, conoceréis también que no son dioses. Finalmente, ellos mismos serán carcomidos y quedarán hechos una vergüenza en el país. (Baruc 6, 71)