Löydetty 237 Tulokset: caminar en la verdad

  • Ibais bien. ¿Quién os cortó el camino de la sumisión a la verdad? (Gálatas 5, 7)

  • Hermanos, en cuanto a mí, si es verdad que sigo predicando la circuncisión, ¿por qué soy todavía perseguido? Entonces, se acabó el escándalo de la cruz. (Gálatas 5, 11)

  • también vosotros los que habéis escuchado la palabra de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, en el que habéis creído, habéis sido sellados con el Espíritu Santo prometido, (Efesios 1, 13)

  • pues si verdaderamente habéis oído hablar de él y os han instruido en la verdad de Jesús, (Efesios 4, 21)

  • Por esto, desterrad la mentira, y que cada uno diga la verdad a su prójimo, pues somos miembros los unos de los otros. (Efesios 4, 25)

  • (porque el fruto de la luz consiste en la bondad, en la justicia y en la verdad). (Efesios 5, 9)

  • Manteneos firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia (Efesios 6, 14)

  • por la esperanza de lo que os está reservado en los cielos, de la que ya oísteis hablar por la palabra de la verdad del evangelio (Colosenses 1, 5)

  • que llegó hasta vosotros, y que, como fructifica y crece en todo el mundo, así también ha sucedido entre vosotros desde el día en que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en la verdad, (Colosenses 1, 6)

  • Por todo ello damos continuamente gracias a Dios: porque, al recibir la palabra de Dios que os predicamos, la abrazasteis no como palabra de hombre, sino como lo que es en verdad, la palabra de Dios, que permanece vitalmente activa en vosotros, los creyentes. (I Tesalonicenses 2, 13)

  • Y es que, ¿quién es en verdad nuestra esperanza, nuestro gozo, nuestra corona de gloria delante de nuestro Señor Jesucristo en el día de su venida? ¿Quién sino vosotros? (I Tesalonicenses 2, 19)

  • y de todas las seducciones propias de la maldad para aquellos que están abocados a la perdición por no haber aceptado el amor de la verdad que los habría salvado. (II Tesalonicenses 2, 10)


“Um dia você verá surgir o infalível triunfo da justiça Divina sobre a injustiça humana”. São Padre Pio de Pietrelcina