Löydetty 193 Tulokset: aceite de la unción
hasta que yo venga a trasladaros a una tierra como la vuestra, tierra de grano y de mosto, tierra de pan y de viñas, tierra de aceite y de miel. Así viviréis y no moriréis. No hagáis caso de Ezequías, porque os engaña, diciendo: El Señor nos librará. (II Reyes 18, 32)
Otros cuidaban del mobiliario, de los objetos sagrados, de la flor de harina, del vino, del aceite, del incienso y los perfumes. (I Crónicas 9, 29)
Más aún, desde los alrededores inmediatos hasta las lejanas tribus de Isacar, Dan y Neftalí venían a Hebrón con asnos, camellos, mulos y bueyes con pan, harina, higos, pasas, vino, aceite, ganado mayor y menor en abudancia, pues era fiesta en Israel. (I Crónicas 12, 41)
al frente de los olivos y sicómoros en la Sefela, Baaljanán, de Guéder; al frente de los depósitos de aceite, Joás; (I Crónicas 27, 28)
A los maderistas que corten los árboles les daré 9.000 toneladas de trigo, 9.000 de cebada, 900 de vino y 900 de aceite para mantenimiento de tus siervos". (II Crónicas 2, 9)
Mándame el trigo, la cebada, el aceite y el vino prometidos a tus siervos, (II Crónicas 2, 14)
Reforzó sus defensas, puso al frente de ellas gobernadores y las proveyó de almacenes de víveres, aceite y vino. (II Crónicas 11, 11)
Tan pronto como se hizo pública la orden, los israelitas entregaron con gran generosidad las primicias del trigo, del mosto, del aceite, de la miel y de todos los productos del campo, y la décima parte de todos sus productos. (II Crónicas 31, 5)
Construyó depósitos para almacenar vino, trigo y aceite, establos para las distintas clases de ganado y apriscos para sus rebaños. (II Crónicas 32, 28)
Dieron dinero a los canteros y a los carpinteros; mandaron víveres, bebidas y aceite a los sidonios y a los tirios para que enviasen por mar madera de cedro desde el Líbano a Jafa, conforme a la autorización que les había dado Ciro, rey de Persia. (Esdras 3, 7)
Y todo lo que se precise para los holocaustos al Dios del cielo, novillos, carneros y corderos, sal, vino y aceite, según las exigencias de los sacerdotes de Jerusalén, se les dará cada día sin falta, (Esdras 6, 9)
hasta tres mil cuatrocientos kilos de plata, cuarenta y cinco toneladas de trigo, cuatro mil quinientos litros de vino cuatro mil quinientos de aceite; la sal se le dará sin tasa. (Esdras 7, 22)