Löydetty 243 Tulokset: Profetas

  • Pero en los profetas de Jerusalén he visto monstruosidades: adulterio, obstinación en la falsedad, apoyo a los criminales para que ninguno se convierta de su perversidad; son todos ellos para mí como Sodoma; y sus habitantes, como Gomorra. (Jeremías 23, 14)

  • Por esto, así dice el Señor omnipotente sobre los profetas: Yo les daré a comer ajenjo, y a beber agua envenenada; porque de los profetas de Jerusalén sale la impiedad para todo el país". (Jeremías 23, 15)

  • Esto dice el Señor omnipotente: No escuchéis las palabras de los profetas, porque os engañan; os cuentan visiones de su fantasía, no de la boca del Señor. (Jeremías 23, 16)

  • No he enviado yo a estos profetas, y ellos corren; no les he dicho nada, ¡y ellos profetizan! (Jeremías 23, 21)

  • He oído lo que dicen los profetas que profetizan mentiras en mi nombre. Dicen: "He tenido un sueño, he tenido un sueño". (Jeremías 23, 25)

  • ¿Hasta cuándo los profetas anunciarán profecías falsas y profetizarán las fantasías de su muerte? (Jeremías 23, 26)

  • Por eso, estoy contra los profetas -dice el Señor- que se roban mutuamente mis palabras. (Jeremías 23, 30)

  • Estoy contra los profetas -dice el Señor- que no tienen más que abrir su boca para proferir oráculos. (Jeremías 23, 31)

  • Me levanto contra los profetas que profetizan sueños mentirosos -dice el Señor- y, contándolos, desorientan a mi pueblo con sus mentiras y sus extravagancias. Yo no los he enviado ni les he confiado mis órdenes, y ellos no sirven de nada a este pueblo -dice el Señor-. (Jeremías 23, 32)

  • El Señor, además, os ha enviado a todos sus siervos, los profetas, sin interrupción, y vosotros no habéis escuchado ni habéis hecho caso. (Jeremías 25, 4)

  • y no escucháis las palabras de mis siervos los profetas que yo os envío incesantemente y a quienes no habéis escuchado, (Jeremías 26, 5)

  • Los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron a Jeremías pronunciar estas palabras en el templo del Señor. (Jeremías 26, 7)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina