Löydetty 812 Tulokset: Judá y Simeón

  • Han violado en Sión a las mujeres, a las doncellas en las ciudades de Judá. (Lamentaciones 5, 11)

  • Baruc leyó el texto de este libro ante Jeconías, hijo de Joaquín, rey de Judá, y ante todo el pueblo congregado para escuchar esta lectura, (Baruc 1, 3)

  • Ya Baruc, el día diez del mes de siván, había recobrado los utensilios del templo del Señor, sacados del templo, para restituirlos a Judá; utensilios de plata, mandados hacer por Sedecías, hijo de Josías, rey de Judá; (Baruc 1, 8)

  • Diréis: Al Señor Dios nuestro pertenece la justicia, y a nosotros en cambio en este día la vergüenza: la vergüenza para los hombres de Judá y para los habitantes de Jerusalén, (Baruc 1, 15)

  • Por eso el Señor Dios nuestro ha cumplido la amenaza que había pronunciado contra nosotros, contra nuestros jueces que gobernaron a Israel, contra nuestros reyes y nuestros príncipes, contra las gentes de Israel y de Judá. (Baruc 2, 1)

  • haré desaparecer de las ciudades de Judá y de Jerusalén el canto de alegría y de alborozo, el canto del esposo y de la esposa, y todo el país quedará hecho un desierto, sin habitantes". (Baruc 2, 23)

  • Y al templo que lleva tu nombre lo has reducido al miserable estado en que se encuentra ahora, a causa de las injusticias de la casa de Israel y de la casa de Judá. (Baruc 2, 26)

  • Concluido este plazo, te acostarás del lado derecho y llevarás el pecado de la casa de Judá durante cuarenta días; te fijo un día por cada año. (Ezequiel 4, 6)

  • El año sexto, el día cinco del sexto mes, estando en mi casa rodeado de los ancianos de Judá, el Señor puso su mano sobre mí. (Ezequiel 8, 1)

  • Y me dijo: "¿Has visto, hijo de hombre? ¿Acaso no le basta al pueblo de Judá cometer las acciones nefastas que cometen aquí, para que llenen también el país de violencia, hasta el punto de provocar aún mi cólera? Mira cómo se llevan el ramo a las narices. (Ezequiel 8, 17)

  • Me respondió: "¡El crimen de la casa de Israel y de Judá es demasiado grande, inmenso; el país está cubierto de sangre y la ciudad llena de violencia! Han dicho: El Señor ha abandonado el país, el Señor no lo ve. (Ezequiel 9, 9)

  • Trazarás un camino que lleve la espada a Rabat de los amonitas, y otra a Judá, a la fortaleza de Jerusalén. (Ezequiel 21, 25)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina