Löydetty 43 Tulokset: Holofernes/page/4

  • Apenas terminó el consejo, Nabucodonosor, rey de Asiria, llamó a Holofernes, general jefe de su ejército, y le dijo: (Judit 2, 4)

  • Holofernes salió y convocó a los generales, capitanes y oficiales del ejército asirio. (Judit 2, 14)

  • Ante la presencia del rey Nabucodonosor partió la expedición de Holofernes con su ejército para invadir todos los países occidentales con sus carros, caballería y soldados escogidos de infantería. (Judit 2, 19)

  • Aquellos hombres se presentaron a Holofernes y le transmitieron este mensaje. (Judit 3, 5)

  • Holofernes bajó con su ejército hacia la costa, dejando guarniciones en las ciudades fortificadas y reclutando cuidadosamente, como refuerzo, fuerzas subsidiarias. (Judit 3, 6)

  • Cuando los israelitas y los habitantes de Judá supieron lo que Holofernes, generalísimo de Nabucodonosor, rey de Asiria, había hecho con los pueblos y cómo había expoliado y destruido sus santuarios, (Judit 4, 1)

  • Holofernes, general jefe del ejército asirio, supo que los israelitas se preparaban para la guerra, que habían bloqueado los pasos de las montañas, fortificado las cimas de los montes y levantado obstáculos en las llanuras. (Judit 5, 1)

  • Tan pronto como Ajior terminó de hablar, todo el pueblo que estaba congregado ante la tienda comenzó a murmurar. Los magnates de Holofernes, los habitantes del litoral y los de Moab hablaban de despedazarlo. (Judit 5, 22)

  • Adelante, pues, que serán botín de tu ejército, poderoso Holofernes". (Judit 5, 24)

  • Apaciguado el tumulto de la asamblea, Holofernes, general jefe del ejército asirio, dijo a Ajior y a los hombres de Moab, ante la muchedumbre de extranjeros: (Judit 6, 1)

  • Holofernes ordenó a los hombres que estaban en su tienda que prendiesen a Ajior, lo llevasen a Betulia y lo entregasen a los israelitas. (Judit 6, 10)

  • Les comunicó lo de la asamblea de Holofernes, lo que había dicho ante los jefes asirios y la grandilocuencia de Holofernes contra Israel. (Judit 6, 17)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina