Löydetty 213 Tulokset: Cuerpo

  • en lugar de adherirse a la cabeza, por la que todo el cuerpo, sustentado y ligado por las articulaciones y junturas, aumenta su crecimiento en Dios. (Colosenses 2, 19)

  • Estas cosas pueden tener un aspecto de sabiduría, porque manifiestan cierta religiosidad, cierta humildad y un desprecio por el cuerpo; pero, en realidad, no tienen valor alguno, pues sólo tienden a satisfacer los apetitos carnales. (Colosenses 2, 23)

  • Por tanto, destruid todo lo que hay de terrenal en vuestro cuerpo: la lujuria, la impureza, las pasiones, los apetitos desordenados y la avaricia que es una idolatría; (Colosenses 3, 5)

  • Que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, en la que fuisteis llamados para formar un solo cuerpo. Y sed agradecidos. (Colosenses 3, 15)

  • que cada uno de vosotros sepa tratar su propio cuerpo de una manera digna y honesta, (I Tesalonicenses 4, 4)

  • Que el Dios de la paz os santifique plenamente, y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea conservado irreprochablemente para la venida de nuestro Señor Jesucristo. (I Tesalonicenses 5, 23)

  • Pues si la sangre de los machos cabríos y de los becerros y la ceniza de la vaca, con las que se asperja a aquellos que están manchados, los santifica procurándoles la pureza del cuerpo, (Hebreos 9, 13)

  • Por eso, al entrar en este mundo, Cristo dijo: No has querido sacrificios ni ofrendas, pero en su lugar me has formado un cuerpo. (Hebreos 10, 5)

  • Y en virtud de esta voluntad nosotros somos santificados, de una vez para siempre, por la ofrenda del cuerpo de Jesucristo. (Hebreos 10, 10)

  • acerquémonos con un corazón sincero, con fe perfecta, purificados los corazones de toda mancha de la que tengamos conciencia, y el cuerpo lavado con agua pura. (Hebreos 10, 22)

  • Acordaos de los presos, de los que sufren torturas, como si estuvieseis en su mismo cuerpo. (Hebreos 13, 3)

  • En efecto, el cuerpo de las víctimas, cuya sangre introduce el sumo sacerdote en el santuario para el rito de la absolución de los pecados, es quemado fuera del campamento. (Hebreos 13, 11)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina