Löydetty 19 Tulokset: parientes

  • La casa de Israel la lloró durante siete días. Antes de morir, distribuyó su hacienda entre los parientes de su marido Manasés y entre sus propios parientes. (Judit 16, 24)

  • Parientes y deudos ya no tengo, los huéspedes de mi casa me olvidaron. (Job 19, 14)

  • No aplastes a aquellos que te son extraños, para encumbrar en su puesto a tus parientes. (Job 36, 20)

  • le envió una fíbula de oro, como es costumbre conceder a los parientes de los reyes, y le dio en propiedad Acarón y todo su territorio. (I Macabeos 10, 89)

  • El mismo Timoteo cayó en manos de los hombres de Dositeo y Sosípatro; les instaba con mucha palabrería que le dejaran ir salvo, pues alegaba tener en su poder a parientes entre los cuales había hermanos de muchos de ellos, de cuya vida nadie se cuidaría. (II Macabeos 12, 24)

  • Al día siguiente, fueron en busca de Judas (cuando se hacía ya necesario), para recoger los cadáveres de los que habían caído y depositarlos con sus parientes en los sepulcros de sus padres. (II Macabeos 12, 39)

  • En verdad que el cuidado por sus mujeres e hijos, por sus hermanos y parientes quedaba en segundo término; el primero y principal era por el Templo consagrado. (II Macabeos 15, 18)

  • «Hijo de hombre; de cada uno de tus hermanos, de tus parientes y de toda la casa de Israel, dicen los habitantes de Jerusalén: Seguid lejos de Yahveh; a nosotros se nos ha dado esta tierra en posesión. (Ezequiel 11, 15)

  • y ella compareció acompañada de sus padres, de sus hijos y de todos sus parientes. (Daniel 13, 30)

  • Jilquías y su mujer dieron gracias a Dios por su hija Susana, así como Joaquín su marido y todos sus parientes, por el hecho de que nada indigno se había encontrado en ella. (Daniel 13, 63)

  • Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de él, pues decían: «Está fuera de sí.» (Marcos 3, 21)

  • Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio.» (Marcos 6, 4)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.”(Pe Pio) São Padre Pio de Pietrelcina