Löydetty 155 Tulokset: hambre

  • Hubo hambre en el país, y Abram bajó a Egipto a pasar allí una temporada, pues el hambre abrumaba al país. (Génesis 12, 10)

  • Hubo hambre en el país - aparte de la primera que tuvo lugar en tiempo de Abraham - y fue Isaac a Guerar, a donde Abimélek, rey de los filisteos. (Génesis 26, 1)

  • Y las siete vacas macilentas y malas que subían después de aquéllas, son siete años; e igualmente las siete espigas flacas y asolanadas, es que habrá siete años de hambre. (Génesis 41, 27)

  • Pero después sobrevendrán otros siete años de hambre y se olvidará toda la hartura en Egipto, pues el hambre asolará el país, (Génesis 41, 30)

  • y no se conocerá hartura en el país, de tanta hambre como habrá. (Génesis 41, 31)

  • De esta forma quedarán registradas las reservas de alimento del país para los siete años de hambre que habrá en Egipto, y así no perecerá el país de hambre.» (Génesis 41, 36)

  • Antes que sobreviniesen los años de hambre, le nacieron a José dos hijos que le dio Asnat, la hija de Poti Fera, sacerdote de On. (Génesis 41, 50)

  • y empezaron a llegar los siete años de hambre como había predicho José. Hubo hambre en todas las regiones; pero en todo Egipto había pan. (Génesis 41, 54)

  • Toda la tierra de Egipto sintió también hambre, y el pueblo clamó a Faraón pidiendo pan. Y dijo Faraón a todo Egipto: «Id a José: haced lo que él os diga.» (Génesis 41, 55)

  • - El hambre cundió par toda la haz de la tierra. - Entonces José sacó todas las existencias y abasteció de grano a Egipto. Arreciaba el hambre en Egipto; (Génesis 41, 56)

  • de todos los países venían también a Egipto para proveerse comprando grano a José, porque el hambre cundía por toda la tierra. (Génesis 41, 57)

  • Fueron, pues, los hijos de Israel a comprar con otros que iban, pues había hambre en el país cananeo. (Génesis 42, 5)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina