Löydetty 163 Tulokset: Sacrificios
Mandó quemar sobre el altar su holocausto y su oblación, hizo su libación y derramó la sangre de sus sacrificios de comunión; (II Reyes 16, 13)
Yahveh hizo una alianza con ellos y les dio esta orden: «No reverenciaréis dioses extraños, no os postraréis ante ellos, no les serviréis y no les ofreceréis sacrificios. (II Reyes 17, 35)
Sino que solamente a Yahveh, que os hizo subir de la tierra de Egipto con gran fuerza y tenso brazo, a él reverenciaréis, ante él os postraréis y a él ofreceréis sacrificios. (II Reyes 17, 36)
Introdujeron el arca de Dios y la colocaron en medio de la Tienda que David había hecho levantar para ella; y ofrecieron ante Dios holocaustos y sacrificios de comunión. (I Crónicas 16, 1)
Cuando David hubo acabado de ofrecer los holocaustos y los sacrificios de comunión, bendijo al pueblo en nombre de Yahveh, (I Crónicas 16, 2)
David erigió allí un altar a Yahveh y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión e invocó a Yahveh, el cual le respondió con fuego del cielo sobre el altar del holocausto. (I Crónicas 21, 26)
En aquel tiempo, al ver David que Yahveh le había respondido en la era de Ornán el jebuseo, ofreció allí sacrificios. (I Crónicas 21, 28)
Al día siguiente sacrificaron víctimas a Yahveh y le ofrecieron holocaustos: mil novillos, mil carneros y mil corderos, con sus libaciones y muchos sacrificios por todo Israel. (I Crónicas 29, 21)
Cuando Salomón acabó de orar, bajó fuego del cielo que devoró el holocausto y los sacrificios; y la gloria de Yahveh llenó la Casa. (II Crónicas 7, 1)
Luego el rey y todo el pueblo ofrecieron sacrificios ante Yahveh. (II Crónicas 7, 4)
Salomón consagró el interior del patio, que está delante de la Casa de Yahveh, pues ofreció allí los holocaustos y las grasas de los sacrificios de comunión, ya que el altar de bronce que había hecho Salomón no podía contener el holocausto, la oblación y las grasas. (II Crónicas 7, 7)
Tras ellos vinieron a Jerusalén, para ofrecer sacrificios a Yahveh, el Dios de sus padres, aquellos de entre todas las tribus de Israel que tenían puesto su corazón en buscar a Yahveh, el Dios de Israel; (II Crónicas 11, 16)