Löydetty 220 Tulokset: Filisteos
Los filisteos trajeron a Josafat presentes y plata como tributo. También los árabes le trajeron ganado menor: 7.700 carneros y 7.700 machos cabríos. (II Crónicas 17, 11)
Excitó Yahveh contra Joram el espíritu de los filisteos y de los árabes, vecinos de los etíopes, (II Crónicas 21, 16)
Salió a campaña contra los filisteos y abrió brecha en el muro de Gat, en el muro de Yabné y en el muro de Asdod; restauró las ciudades en la región de Asdod y entre los filisteos. (II Crónicas 26, 6)
Dios le ayudó contra los filisteos, contra los árabes que habitaban en Gur Báal y contra los meunitas. (II Crónicas 26, 7)
También los filisteos invadieron las ciudades de la Tierra Baja y del Négueb de Judá, y tomaron Bet Semes, Ayyalón, Guederot, Sokó con sus aldeas, Timná con sus aldeas y Guimzó con sus aldeas, y se establecieron allí. (II Crónicas 28, 18)
Del maestro de coro. Según: «La opresión de los príncipes lejanos». De David. A media voz. Cuando los filisteos se apoderaron de él en Gat. (Salmos 56, 1)
Les persiguieron por la pendiente de Bet Jorón hasta la llanura. Unos ochocientos sucumbieron y los restantes huyeron al país de los filisteos. (I Macabeos 3, 24)
Los mercaderes de la región, que oyeron hablar de ellos, tomaron grandes sumas de plata y oro, además de grilletes, y se fueron al campamento con intención de adquirir como esclavos a los hijos de Israel. Se les unió también una fuerza de Idumea y del país de los filisteos. (I Macabeos 3, 41)
huyeron todos al país de los filisteos. (I Macabeos 4, 22)
y cuando vio aquel poderoso ejército, oró diciendo: «Bendito seas, Salvador de Israel, que quebraste el ímpetu del poderoso guerrero por mano de tu siervo David y entregaste el ejército de los filisteos en manos de Jonatán, hijo de Saúl, y de su escudero. (I Macabeos 4, 30)
Partió luego en dirección al país de los filisteos y atravesó Marisá. (I Macabeos 5, 66)
Dobló luego Judas sobre Azoto, territorio de los filisteos, y destruyó sus altares, dio fuego a las imágenes de sus dioses y saqueó sus ciudades. Después, regresó al país de Judá. (I Macabeos 5, 68)