Löydetty 1150 Tulokset: David y Jonatán

  • Ahora, pues, oiga el rey mi señor, caiga bien en tu presencia mi petición de gracia y no me vuelvas a casa del escriba Jonatán, no muera yo allí.» (Jeremías 37, 20)

  • tú les dirás: "He pedido al rey la gracia de que no se me devuelva a casa de Jonatán a morirme allí."» (Jeremías 38, 26)

  • y fueron donde Godolías, a Mispá, Ismael, hijo de Netanías, Yojanán y Jonatán, hijo de Caréaj, Seraías, hijo de Tanjumet, los hijos de Efay el netofita y Yaazanías de Maaká en compañía de sus hombres. (Jeremías 40, 8)

  • Yo suscitaré para ponérselo al frente un solo pastor que las apacentará, mi siervo David: él las apacentará y será su pastor. (Ezequiel 34, 23)

  • Yo, Yahveh, seré su Dios, y mi siervo David será príncipe en medio de ellos. Yo, Yahveh, he hablado. (Ezequiel 34, 24)

  • Mi siervo David reinará sobre ellos, y será para todos ellos el único pastor; obedecerán mis normas, observarán mis preceptos y los pondrán en práctica. (Ezequiel 37, 24)

  • Habitarán en la tierra que yo di a mi siervo Jacob, donde habitaron vuestros padres. Allí habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos, para siempre, y mi siervo David será su príncipe eternamente. (Ezequiel 37, 25)

  • Después volverán los hijos de Israel; buscarán a Yahveh su Dios y a David, su rey, y acudirán con temor a Yahveh y a sus bienes en los días venidores. (Oseas 3, 5)

  • canturrean al son del arpa, se inventan, como David, instrumentos de música, (Amós 6, 5)

  • Aquel día levantaré la cabaña de David ruinosa, repararé sus brechas y restauraré sus ruinas; la reconstruiré como en los días de antaño, (Amós 9, 11)

  • Salvará Yahveh en primer lugar a las tiendas de Judá, para que el prestigio de la casa de David y el prestigio de los habitantes de Jerusalén no se crezca sobre Judá. (Zacarías 12, 7)

  • Aquel día protegerá Yahveh a los habitantes de Jerusalén: el más flaco entre ellos será aquel día como David, y la casa de David será como Dios, como un ángel de Yahveh, al frente de ellos. (Zacarías 12, 8)


“Amemos ao próximo. Custa tão pouco querer bem ao outro.” São Padre Pio de Pietrelcina