Löydetty 95 Tulokset: venta de esclavos

  • Total de los empleados del Templo y de los hijos de los esclavos de Salomón: 392. (Nehemías 7, 60)

  • Mira que hoy estamos esclavizados, sí, somos esclavos aquí, en el país que diste a nuestros padres, para que gozáramos de sus frutos y de sus bienes. (Nehemías 9, 36)

  • Ellos, con sus mujeres y sus hijos, su ganado, y todos los que residían con ellos, sus mercenarios y esclavos, se vistieron con sayales. (Judit 4, 10)

  • porque es preferible que seamos sus prisioneros: así seremos esclavos, pero salvaremos nuestra vida y no tendremos que contemplar con nuestros propios ojos la muerte de nuestros pequeños, y no veremos a nuestras mujeres y a nuestros hijos exhalar el último suspiro. (Judit 7, 27)

  • Por eso entregaste a sus jefes a la masacre, y así su lecho, envilecido por su engaño, también por un engaño quedó ensangrentado. Bajo tus golpes, cayeron muertos los esclavos con sus príncipes y los príncipes, sobre sus tronos. (Judit 9, 3)

  • Ellos llegaron a la carpa de Holofernes y dijeron a su mayordomo: "Despierta a nuestro señor, porque esos esclavos han tenido la audacia de bajar a combatir contra nosotros, para ser totalmente exterminados". (Judit 14, 13)

  • "¡Esos esclavos nos han traicionado! ¡Una mujer hebrea ha cubierto de vergüenza la casa de Nabucodonosor! ¡Miren cómo yace Holofernes, tendido en el suelo y sin cabeza!". (Judit 14, 18)

  • Hijos de jóvenes mujeres los traspasaron, los acribillaron como a esclavos fugitivos: ¡todos perecieron en el combate de mi Señor! (Judit 16, 12)

  • Porque yo y mi pueblo hemos sido entregados al exterminio, a la muerte y a la destrucción. Si hubiéramos sido vendidos como esclavos y esclavas, me habría callado, ya que esa desgracia no habría perjudicado al rey". (Ester 7, 4)

  • vendiste a tu pueblo por nada, no sacaste gran provecho de su venta. (Salmos 44, 13)

  • Al enterarse de su llegada, los mercaderes de la región se presentaron en el campamento con mucha plata y oro, y provistos también de cadenas para llevar como esclavos a los israelitas. A ellos se sumó un contingente de Siria y del país de los filisteos. (I Macabeos 3, 41)

  • En sólo tres días hubo ochenta mil víctimas: cuarenta mil fueron muertos y otros tantos vendidos como esclavos. (II Macabeos 5, 14)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina