Löydetty 34 Tulokset: unción

  • El sacerdote que haya sido consagrado por la unción e investido para ejercer el sacerdocio como sucesor de su padre, realizará el rito de expiación: se pondrá las vestiduras de lino -las vestiduras sagradas- (Levítico 16, 32)

  • El sacerdote que tiene la preeminencia entre sus hermanos, aquel sobre cuya cabeza fue derramado el óleo de la unción y que recibió la investidura para usar los ornamentos, no llevará los cabellos sueltos ni rasgará sus vestiduras; (Levítico 21, 10)

  • Tampoco se alejará del Santuario de su Dios, para no profanarlo, porque él tiene sobre sí la consagración conferida con el óleo de la unción de su Dios. Yo soy el Señor. (Levítico 21, 12)

  • Estos eran los nombres de los hijos de Aarón, los sacerdotes que recibieron la unción y la investidura para ejercer el sacerdocio. (Números 3, 3)

  • El sacerdote Eleazar, hijo de Aarón, será el encargado del aceite para la iluminación, del incienso aromático, de la ofrenda perpetua y del óleo de la unción; y ejercerá la supervisión de toda la Morada, con todos los objetos sagrados y todos los utensilios que hay en ella. (Números 4, 16)

  • A pesar de mi unción real, hoy yo me siento desvalido, mientras que estos, los hijos de Seruiá, son más duros que yo. ¡Que el Señor le dé su merecido al que ha hecho el mal!". (II Samuel 3, 39)

  • no comí ningún manjar exquisito; ni la carne ni el vino entraron en mi boca, ni me hice ninguna unción, hasta que se cumplieron tres semanas enteras. (Daniel 10, 3)

  • El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos (Lucas 4, 18)

  • Ustedes recibieron la unción del que es Santo, y todos tienen el verdadero conocimiento. (I Juan 2, 20)

  • Pero la unción que recibieron de él permanece en ustedes, y no necesitan que nadie les enseñe. Y ya que esa unción los instruye en todo, y ella es verdadera y no miente, permanezcan en él, como ella les ha enseñado. (I Juan 2, 27)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina