Löydetty 341 Tulokset: familia real
¡Vuelvan, hijos apóstatas -oráculo del Señor- porque yo soy el dueño de ustedes! Yo los tomaré, a uno de una ciudad y a dos de una familia, y los conduciré a Sión. (Jeremías 3, 14)
La muerte será preferible a la vida para todos los sobrevivientes que hayan quedado de esa familia perversa, en todos los lugares adonde yo los expulsaré -oráculo del Señor de los ejércitos-. (Jeremías 8, 3)
A la casa real de Judá: ¡Escuchen la palabra del Señor! (Jeremías 21, 11)
Porque así habla el Señor acerca de la casa real de Judá: Tú eras para mí como Galaad, como una cumbre del Líbano, pero juro que te convertiré en un desierto, en una ciudad deshabitada. (Jeremías 22, 6)
Yo tomé entonces a Iaazanías, hijo de Jeremías, hijo de Jabasinías, así como a sus hermanos, a todos sus hijos y a toda la familia de los recabitas. (Jeremías 35, 3)
Luego puse ante los hijos de la familia de los recabitas jarras llenas de vino y copas, y les dije: "Beban el vino". (Jeremías 35, 5)
Y a la familia de los recabitas, Jeremías les dijo: "Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Porque ustedes han obedecido la orden de Jonadab, su antepasado; porque han observado todos sus mandamientos y han obrado conforme a lo que él les ordenó, (Jeremías 35, 18)
Jeremías dijo a Sedecías: "Así habla el Señor, Dios de los ejércitos, el Dios de Israel: Si te rindes a los jefes del rey de Babilonia, tu vida estará a salvo, y esta ciudad no será incendiada: vivirás tú, y también tu familia. (Jeremías 38, 17)
Ahora bien, en el séptimo mes, Ismael, hijo de Natanías, hijo de Elisamá, que era de estirpe real, fue con diez hombres a Mispá, a ver a Godolías, hijo de Ajicám, y comieron todos juntos allí en Mispá. (Jeremías 41, 1)
Ellos salieron de ti a pie, llevados por enemigos, pero Dios te los devuelve, traídos gloriosamente como en un trono real. (Baruc 5, 6)
De manera que vale más ser un rey que da prueba de su valentía, o un objeto útil en una casa, del que se sirve su dueño, que ser estos falsos dioses. O vale más ser la puerta de una casa, que asegura lo que hay en ella, o una columna de madera en un palacio real, que ser estos falsos dioses. (Baruc 6, 58)
Tomó, en cambio, a un vástago de estirpe real, hizo un pacto con él, lo comprometió con un juramento y se llevó a todos los hombres importantes del país, (Ezequiel 17, 13)