Löydetty 1862 Tulokset: casa de Saúl

  • Jesús les respondió: «Al entrar en la ciudad encontrarán a un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo hasta la casa donde entre, (Lucas 22, 10)

  • Después de arrestarlo, lo condujeron a la casa del Sumo Sacerdote. Pedro lo seguía de lejos. (Lucas 22, 54)

  • y dijo a los vendedores de palomas: «Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio». (Juan 2, 16)

  • Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: El celo por tu Casa me consumirá. (Juan 2, 17)

  • En las bodas, el que se casa es el esposo; pero el amigo del esposo, que esta allí y lo escucha, se llena de alegría al oír su voz. Por eso mi gozo es ahora perfecto. (Juan 3, 29)

  • «Vuelve a tu casa, tu hijo vive», le dijo Jesús. El hombre creyó en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino. (Juan 4, 50)

  • Y cada uno regresó a su casa. (Juan 7, 53)

  • El esclavo no permanece para siempre en la casa; el hijo, en cambio, permanece para siempre. (Juan 8, 35)

  • Al enterarse de que Jesús llegaba, Marta salió a su encuentro, mientras María permanecía en la casa. (Juan 11, 20)

  • Los judíos que estaban en la casa consolando a María, al ver que esta se levantaba de repente y salía, la siguieron, pensando que iba al sepulcro para llorar allí. (Juan 11, 31)

  • Al ver lo que hizo Jesús, muchos de los judíos que habían ido a casa de María creyeron en él. (Juan 11, 45)

  • María, tomando una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, ungió con él los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. La casa se impregnó con la fragancia del perfume. (Juan 12, 3)


“Se você fala das próprias virtudes para se exibir ou para vã ostentação perde todo o mérito.” São Padre Pio de Pietrelcina