Löydetty 225 Tulokset: ángel

  • Nabucodonosor tomó la palabra y dijo: "Bendito sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abed Negó, porque ha enviado a su Ángel y ha salvado a sus servidores, que confiaron en él y, quebrantando la orden del rey, entregaron su cuerpo antes que servir y adorar a cualquier otro dios que no fuera su Dios. (Daniel 3, 95)

  • Mi Dios ha enviado a su Ángel y ha cerrado las fauces de los leones, y ellos no me han hecho ningún mal, porque yo he sido hallado inocente en su presencia; tampoco ante ti, rey, había cometido ningún mal". (Daniel 6, 23)

  • Daniel le dijo entonces: "Has mentido a costa de tu cabeza: el Ángel de Dios ya ha recibido de él tu sentencia y viene a partirte por el medio". (Daniel 13, 55)

  • Daniel le dijo entonces: "Tú también has mentido a costa de tu cabeza: el Ángel de Dios te espera con la espada en la mano, para partirte por el medio. Así acabará con ustedes". (Daniel 13, 59)

  • El Ángel del Señor dijo a Habacuc: "Lleva la comida que tienes a Daniel, que está en Babilonia, en el foso de los leones". (Daniel 14, 34)

  • El Ángel del Señor lo tomó por la cabeza y lo llevó de los cabellos hasta Babilonia, al borde del foso, con la rapidez de su espíritu. (Daniel 14, 36)

  • Después se levantó y comió, mientras que el Ángel de Dios volvió a llevar en seguida a Habacuc a su lugar. (Daniel 14, 39)

  • Luchó con el Ángel y venció, lloró y le imploró. En Betel lo encontró, y allí Dios habló con él. (Oseas 12, 5)

  • Yo pregunté: "¿Quiénes son estos, mi Señor ?". Y el ángel que hablaba conmigo me respondió: "Yo te indicaré quiénes son estos". (Zacarías 1, 9)

  • Ellos se dirigieron al ángel del Señor que estaba entre los mirtos, y le dijeron: "Venimos de recorrer la tierra y hemos visto que toda la tierra está en calma y tranquila". (Zacarías 1, 11)

  • Entonces el ángel del Señor dijo: "Señor de los ejércitos, ¿hasta cuándo esperarás para compadecerte de Jerusalén y de las ciudades de Judá, contra las cuales estás irritado desde hace setenta años?". (Zacarías 1, 12)

  • El Señor dirigió al ángel que hablaba conmigo palabras buenas, palabras consoladoras. (Zacarías 1, 13)


“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina