Löydetty 15 Tulokset: vaso

  • Aarón, pues, llevó el vaso conforme Moisés se lo había dicho, y lo depositó delante de las tablas de las Declaraciones divinas. (Exodo 16, 34)

  • tomará luego agua santa en un vaso de barro y, recogiendo polvo del suelo de la Morada, lo esparcirá en el agua. (Números 5, 17)

  • Para la purificación de esa persona, se tomará un poco de ceniza de la hoguera donde se hizo el sacrificio de expiación y se la vaciará en un vaso de agua. (Números 19, 17)

  • El espesor de este vaso era de un palmo y su borde era como el de una copa, o como el de un lirio abierto: hacía tres mil medidas. (2 Crónicas 4, 5)

  • No se comparan con ella ni el oro ni el cristal, ni se la cambia por un vaso de oro puro. (Job 28, 17)

  • Que se escurran como agua de un vaso roto, que se sequen como hierba pisoteada. (Salmos 58, 8)

  • Quita las escorias de la plata, el orfebre sacará de allí un vaso; (Proverbios 25, 4)

  • como el fuego y el aroma del incensario, como un vaso de oro macizo adornado con toda clase de piedras preciosas, (Sirácides (Eclesiástico) 50, 9)

  • Pues el hombre sin conciencia dice cosas que chocan la conciencia y trama el mal; es un hipócrita que blasfema contra Yavé, que deja sin comida al hambriento o le niega un vaso de agua al sediento. (Isaías 32, 6)

  • Las naciones son como una gota en el borde del vaso, como un polvillo que se deja en la balanza. ¿Las tierras de ultramar ? Son sólo un granito de arena. (Isaías 40, 15)

  • ¿Acaso discutirá con su fabricante el que es el último de los tiestos? Vaso de arcilla, ¿vas a decir al artesano: qué hiciste? Si eres una cosa fabricada y no tienes manos. (Isaías 45, 9)

  • y les dirás: Así habla Yavé de los Ejércitos: Voy a despedazar a este pueblo y esta ciudad, como se hace añicos un vaso de greda, sin que pueda componerse. Y se harán los entierros en Tofet por no haber lugar en otra parte. (Jeremías 19, 11)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina