Löydetty 3575 Tulokset: sal
Salió el primero, vació su copa sobre la tierra y se produjeron úlceras malignas y dolorosas en las personas que llevaban la marca de la bestia y se postraban ante su imagen. (Apocalipsis 16, 2)
Y vi que de la boca del dragón, de la bestia y del falso profeta salían tres espíritus inmundos que tenían aspecto de ranas. (Apocalipsis 16, 13)
El séptimo ángel vació su copa en el aire. Entonces salió una voz del trono que se escuchó fuera del Santuario, y decía: «Está hecho.» (Apocalipsis 16, 17)
Después oí en el cielo algo como el canto de un inmenso gentío, que decía: ¡Aleluya! ¿Quién salva y quién tiene gloria y poder sino nuestro Dios? (Apocalipsis 19, 1)
Y salió del trono una voz que decía: «Alaben a nuestro Dios, todos sus servidores, todos los que honran a Dios, pequeños y grandes.» (Apocalipsis 19, 5)
De su boca sale una espada afilada, para herir con ella a las naciones; él las gobernará con vara de hierro; él mismo pisará el lagar del vino de la ardiente cólera de Dios, el Todopoderoso. (Apocalipsis 19, 15)
Todos los demás fueron exterminados por la espada que sale de la boca del que monta el caballo, y todas las aves se hartaron de su carne. (Apocalipsis 19, 21)
saldrá a engañar a Gog y Magog, es decir, a las naciones de los cuatro extremos de la tierra, una multitud tan numerosa como las arenas del mar. (Apocalipsis 20, 8)
Y vi a la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia que se adorna para recibir a su esposo. (Apocalipsis 21, 2)
Me trasladó en espíritu a un cerro muy grande y elevado y me mostró la Ciudad Santa de Jerusalén, que bajaba del cielo de junto a Dios, (Apocalipsis 21, 10)
Voy a llegar pronto y llevo conmigo el salario para dar a cada uno conforme a su trabajo. (Apocalipsis 22, 12)