Löydetty 429 Tulokset: reino
Entonces pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis, de la tribu de Benjamín, que reinó cuarenta años. (Hecho de los Apóstoles 13, 21)
A su paso animaban a los discípulos y los invitaban a perseverar en la fe; les decían: "Es necesario que pasemos por muchas pruebas para entrar en el Reino de Dios.» (Hecho de los Apóstoles 14, 22)
Pablo entró en la sinagoga y durante tres meses les habló con convicción sobre el Reino de Dios, tratando de persuadirles. (Hecho de los Apóstoles 19, 8)
Ahora sé que ya no me volverán a ver todos ustedes, entre quienes pasé predicando el Reino. (Hecho de los Apóstoles 20, 25)
Fijaron con él un día y vinieron en gran número donde se hospedaba. Pablo les hizo una exposición; desde la mañana hasta la noche les habló del Reino de Dios, partiendo de la Ley de Moisés y los Profetas, y trataba de convencerlos acerca de Jesús. (Hecho de los Apóstoles 28, 23)
proclamaba el Reino de Dios y les enseñaba con mucha seguridad lo referente a Cristo Jesús, el Señor, y nadie le ponía trabas. (Hecho de los Apóstoles 28, 31)
Y si bien reinó la muerte por culpa de uno y debido a uno solo, con mucha mayor razón la vida reinará gracias a uno solo, Jesucristo, en todos aquellos que aprovechan el derroche de la gracia y el don de la verdadera rectitud. (Carta a los Romanos 5, 17)
Piensen que el Reino de Dios no es cuestión de comida o bebida, sino de justicia, de paz y alegría en el Espíritu Santo. (Carta a los Romanos 14, 17)
Porque el Reino de Dios no es cuestión de palabras, sino de poder. (1º Carta a los Corintios 4, 20)
¿No saben acaso que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No se engañen: ni los que tienen relaciones sexuales prohibidas, ni los que adoran a los ídolos, ni los adúlteros, ni los homosexuales y los que sólo buscan el placer, (1º Carta a los Corintios 6, 9)
ni los ladrones, ni los que no tienen nunca bastante, ni los borrachos, ni los chismosos, ni los que se aprovechan de los demás heredarán el Reino de Dios. (1º Carta a los Corintios 6, 10)
Luego llegará el fin. Cristo entregará a Dios Padre el Reino después de haber desarmado todas las estructuras, autoridades y fuerzas del universo. (1º Carta a los Corintios 15, 24)